La cadena de comida rápida Pedro, Juan y Diego enfrenta un complejo escenario financiero que la deja al borde de la quiebra, tras no cumplir con un acuerdo clave con sus acreedores, según informó Pulso.

El 30 de septiembre de 2023, Cuatro SpA, sociedad que administra la marca, solicitó su reorganización concursal para reestructurar su deuda y evitar la liquidación. En ese momento, reportó obligaciones por $17.100 millones, operando 58 sucursales y con una planta de 640 trabajadores.

Al igual que Pollo Stop, otra firma del holding Unifood, la empresa atribuyó su crisis a factores externos, como el estallido social de 2019 y sus efectos en la industria. Sin embargo, recientemente incumplió el calendario de pagos, lo que pone en riesgo su continuidad.

Un correo del interventor Enrique Ortiz al superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, Hugo Sánchez, reveló que la compañía no cubrió una cuota clave del 28 de diciembre de 2024, abonando solo $9 millones de los $27 millones pactados. Tampoco cumplió con el pago de enero, cuyo plazo ya venció.

Las fechas fueron establecidas por el 5° Juzgado Civil de Santiago, y el incumplimiento reiterado abre la puerta a una liquidación forzosa. Según la normativa vigente, cualquier acreedor afectado o el propio interventor puede solicitar al tribunal la disolución de la empresa, lo que haría exigibles todas las deudas y activaría la ejecución de garantías.

El futuro de Pedro, Juan y Diego queda ahora en manos de la justicia y sus acreedores.

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