Nueva alza del dólar y nueva reducción del poder adquisitivo de los trabajadores y pensionados del país, pues la depreciación del bolívar sigue erosionando el valor real del ingreso mínimo, que se mantiene sin cambios desde mayo de 2023, pese a la constante inflación y el alza en los precios de bienes y servicios.

El salario mínimo en Venezuela no alcanza a cubrir ni una fracción de la Canasta Básica Alimentaria, que supera los 500 dólares, según cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas.

Esto significa que un trabajador que percibe el ingreso mínimo necesitaría más de 230 salarios para adquirir una canasta completa de alimentos y productos básicos.

Los pensionados, que dependen exclusivamente de los 130 bolívares mensuales y de bonos económicos irrisorios, enfrentan una de las situaciones más críticas. Muchos recurren a la ayuda de familiares en el exterior o a la venta informal de productos para intentar cubrir sus necesidades básicas.

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