La tercera encuesta Cadem de febrero reveló un descenso significativo en la aprobación del ministro de Hacienda, Mario Marcel, que alcanzó su nivel más bajo desde que asumió el cargo en marzo de 2022. Con una caída de 6 puntos, Marcel llegó a un 45% de aprobación, marcando un punto de inflexión en su gestión. Este retroceso se produce en un contexto delicado: la polémica por el traspaso de fondos desde Corfo al Ministerio de Hacienda, un tema que, según el 41% de los encuestados, fue la noticia más relevante de la semana.

Este no es el primer revés para Marcel, quien ya había registrado su mínimo histórico en noviembre de 2023 con un 46% de aprobación. Sin embargo, la actual caída refleja un desgaste acelerado, posiblemente vinculado a la percepción de opacidad en el manejo de recursos públicos. La situación pone en evidencia los desafíos que enfrenta el gobierno para mantener la confianza ciudadana en un escenario económico complejo.

El gabinete: Luces y sombras

Mientras Marcel enfrenta críticas, otros miembros del gabinete logran mantenerse en terreno positivo, aunque con variaciones. A la cabeza se encuentra Jaime Pizarro, ministro de Deporte, con un 75% de aprobación, a pesar de una leve caída de 2 puntos respecto a enero. Le siguen Carolina Arredondo, de Cultura (61%, un punto menos que el mes anterior), y el canciller Alberto van Klaveren (58%, con una notable disminución de 6 puntos).

En contraste, los últimos lugares del gabinete los ocupan la ministra del Interior, Carolina Tohá (37%, un punto menos que en enero), y la subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao (35%, también con un punto menos). Estos números reflejan un descontento creciente en áreas sensibles como la seguridad ciudadana, un tema que sigue siendo un flanco débil para la administración actual.

Boric: Aprobación en caída libre

La encuesta también arrojó resultados preocupantes para el presidente Gabriel Boric, cuya aprobación cayó al 29%, tres puntos menos que la semana pasada. En tanto, la desaprobación de su gestión alcanzó un 64%, dos puntos más que en el sondeo anterior. Estos datos confirman una tendencia a la baja que se ha mantenido en los últimos meses, evidenciando un desgaste acumulado en la figura presidencial.

El descenso en la popularidad de Boric parece estar ligado a múltiples factores, desde la percepción de falta de avances en políticas clave hasta el impacto de controversias como la de Corfo. Además, la caída en la aprobación de figuras clave de su gabinete, como Marcel y Tohá, sugiere un efecto dominó que podría complicar aún más su capacidad para impulsar reformas y mantener la cohesión interna.

Análisis: Un gobierno en la cuerda floja

Los resultados de la encuesta Cadem no solo reflejan una crisis de confianza en figuras específicas, sino que también apuntan a un malestar más amplio con la gestión del gobierno. La combinación de polémicas financieras, descontento en áreas sensibles como la seguridad y una economía que no termina de despegar, está pasando factura a la administración de Boric.

En este escenario, el desafío para el gobierno no solo será contener la erosión de su imagen, sino también demostrar capacidad de ejecución y transparencia en un contexto donde la ciudadanía parece cada vez más escéptica. La pregunta que queda en el aire es si el gabinete podrá revertir esta tendencia o si, por el contrario, se enfrenta a un desgaste irreversible en vísperas de un año electoral clave.