Los agujeros de gusano juegan un papel clave en muchas películas de ciencia ficción, donde a menudo se muestran como un atajo entre dos puntos distantes en el espacio.
Pero en física, estos túneles en el espacio-tiempo siguen siendo puramente hipotéticos, no son tangibles y solo existen en el mundo de las matemáticas y la teoría.
Ahora, un equipo internacional dirigido por Valeri P. Frolov de la Universidad de Alberta en Canadá y Andrei Zelnikov de la Universidad Charles en Praga han descubierto la manera de torcer las leyes de la física para hipotéticamente retroceder en el tiempo.
La vieja teoría de los agujeros de gusano que permitirían el soñado viaje en el tiempo
Los agujeros de gusano, como los agujeros negros, aparecen en las ecuaciones de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, publicada en 1916. Un postulado importante de la teoría de Einstein es que el Universo tiene cuatro dimensiones: tres dimensiones espaciales y el tiempo como cuarta dimensión. Juntos forman lo que se conoce como espacio-tiempo, y el espacio-tiempo puede ser estirado y curvado por objetos masivos como las estrellas, de la misma manera que una lámina de goma sería curvada por una bola de metal que se hundiera en ella.
Sin embargo, en su artículo científico, Frolov y Zelnikov propusieron que un tipo específico de agujero de gusano que “inevitablemente” se “transformaría en una máquina del tiempo” si estuviera sujeto a condiciones particulares.
Para su artículo, Frolov, Krtouš y Zelnikov exploraron lo que se conoce como agujero de gusano anular, que fue descrito por primera vez en 2016 por el físico teórico Gary Gibbons, de la Universidad de Cambridge, y Mikhail Volkov, de la Universidad de Tours.
A diferencia de los agujeros negros, el de gusano anular propuesto por Gibbons y Volkov conecta secciones del Universo (o, de hecho, diferentes universos) que generalmente se describen como “planos”, señala un artículo de ScienceAlert.
Las masas en forma de anillo podrían potencialmente crear algunas distorsiones bastante notables en lo que de otro modo sería un espacio-tiempo plano si se considera cómo podrían interactuar sus campos eléctricos y magnéticos.
Y así, Frolov, Krtouš y Zelnikov decidieron considerar dos tipos de agujeros de gusano: ”uno que se conecta a espacios planos; y otro que conecta dos dominios distantes en el mismo espacio”.
Para este último, concluyeron que si una “capa delgada masiva” rodeaba una de las bocas del agujero de gusano del anillo, se formaría una “curva cerrada temporal”.
Aunque es una definición algo técnica, como sugiere su nombre, esta curva cerrada temporal significaría que cualquier objeto que viaje (o rayo de luz) regresaría exactamente al mismo punto de donde comenzó.
En otras palabras, podría viajar en el espacio y el tiempo y regresar a su punto de partida.
El aspecto más emocionante de los agujeros de gusano en anillo, como señalan los autores, es que: “para el agujero de gusano en anillo, un observador que lo atraviesa se mueve en un espacio-tiempo plano (o prácticamente plano), mientras que en el caso de los agujeros de gusano ‘estándar’ (esféricos) él / ella debe pasar un dominio lleno de materia violando la condición de energía nula.”
Esto es lo que al menos en la teoría, permitiría ese soñado viaje en el tiempo.
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