La economía tuvo en noviembre la mayor caída desde febrero de 2021. De acuerdo al Banco Central, en el penúltimo mes del 2022, la actividad económica se contrajo 2,5% ubicándose en línea con el promedio de las proyecciones que estaban entre -1,1% y -2,5%.
La serie desestacionalizada disminuyó 0,8% respecto del mes precedente y retrocedió 2,1% en 12 meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que noviembre de 2021.
El resultado del Imacec fue explicado por la caída de 8,8% del comercio y la industria manufacturera de 6,5%. Como contrapartida, el sector que sigue aún con cifras positivas es el de servicios, que subió 0,1%, resultado explicado por el desempeño de los servicios empresariales y personales.
Por su parte, la disminución del Imacec en términos desestacionalizados fue determinada por el desempeño de la minería. El Imacec no minero, en tanto, presentó una disminución de 2,2% en 12 meses, mientras que en términos desestacionalizados, cayó 0,2% respecto del mes anterior.
Pese a que con esta cifra se completan tres meses de caídas consecutivas, los economistas consideran que la contracción que está teniendo la actividad es menos fuerte de lo que se preveía a principios de 2022.
De hecho, en abril, la Encuesta de Expectativas que publica mensualmente el Banco Central proyectaba para el cierre de 2022 un PIB de 1,5%, lo mismo se esperaba en mayo. En junio subió levemente a 1,7%, en julio a 1,8% y en agosto pasó a 1,9%. Recién en octubre el mercado subió su previsión a 2% y ahora, la encuesta de diciembre pasó a 2,5%.
Ahora, considerando las previsiones preliminares que el mercado tiene para el Imacec de diciembre, de entre -2,5% a -3,5%, el PIB del cuarto trimestre se ubicaría entre-2,1% y -2,4%, con lo que el PIB anual crecería entre 2,5% y 2,8%, superando incluso la previsión de la última encuesta de expectativas y el 2,4% que estimó el Banco Central en el último Informe de Política Monetaria de diciembre.
Esto indica que las perspectivas que tenía el mercado eran más negativas de lo que ha ido mostrando mes a mes la actividad económica. “La caída del Imacec está más o menos en línea con lo esperado, aunque si lo vemos en perspectiva, en septiembre creíamos que iba a ser algo más fuerte el ajuste para el fin de 2022″, comenta la economista principal de Bci, Francisca Pérez.
Si bien Pérez tiene el pronóstico más negativo para diciembre, con una caída de 3,5% anual, el cierre de año registrará un alza de 2,5%. En la parte intermedia se sitúa Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo quien espera un Imacec de diciembre en torno a -3%.
En Santander anticipan una nueva contracción de -2,9%, y con ello, “mantenemos nuestra estimación del crecimiento anual en 2,5% para 2022″. En Scotiabank añaden que con el dato conocido de noviembre es “posible refinar nuestra proyección de crecimiento del PIB para 2022 a un rango de entre 2,6 y 2,7%”. En la parte alta de las expectativas se sitúa Martina Ogaz, economista de Euroamerica, quien espera un PIB de 2,8%.
La visión del gobierno
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, analizó la cifra señalando que “no hay una aceleración de la caída de la actividad, sino que se está siguiendo la tendencia que era más o menos predecible y necesaria para bajar las presiones inflacionarias”, dijo. En ese sentido, mencionó que, “en este momento, se está más cerca de que se produzca la inflexión en la actividad más que el debilitamiento de la economía”.
No obstante, el titular de las finanzas públicas advierte que “vamos a seguir viendo cifras negativas en 12 meses durante varios meses más, y también en la medición mes a mes,(tanto) en diciembre (como) en algunos meses más del primer trimestre. Pero a partir de ahí, por lo menos la proyección del Banco Central, que coincide con la de nosotros, es que ya en el segundo semestre de 2023 vamos a ver cifras positivas y vamos a ver un repunte de la actividad”.
Servicios apuntalan la economía
Los expertos destacan la resistencia que ha mantenido el sector servicios, puesto que sigue aún con cifras azules. “Los servicios siguen resilientes gracias a los servicios empresariales. En un contexto donde la mayoría de los sectores económicos ha realizado el ajuste hacia niveles de tendencia, el PIB de servicios ha logrado mantenerse estable en 2022, apoyando de forma relevante el desempeño de la actividad económica”, destacan en Scotiabank, quienes añaden en su informe que “el positivo desempeño de los servicios personales ha permitido sostener el nivel de PIB del agregado de servicios, lo que podría ser un fenómeno estructural asociado a mayor eficiencia en los procesos productivos de las empresas gracias a la automatización y tercerización”.
Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, apunta que la producción de resto de bienes sigue mostrando cifras positivas, donde en esta última medición sobresale la generación eléctrica, “sector que de igual manera sorprendió con un impulso positivo sobre la inversión en el tercer trimestre de 2022 y que podría seguir mostrando cifras positivas ante el avance de las energías renovables no convencionales”.
Ogaz agrega que “servicios de igual manera muestra cierta resiliencia con crecimiento en estas últimas mediciones que podrían compensar el deterioro de otros sectores de la economía”.
El arranque de 2023
Hay coincidencia en que la economía está en un proceso de desaceleración y que en este 2023 la actividad se contraerá. Si bien existen discrepancias sobre qué tan profunda será esa caída, las perspectivas van entre -0,5% proyectado por Hacienda, el rango que entregó el Banco Central, de entre -0,75% y -1,75%, y las expectativas del mercado que apuntan a una baja de 1,5%.
La trayectoria trimestral apunta que los dos primeros trimestre serán los más complejos para luego comenzar a repuntar hacia la segunda parte del año.
Juan Ortiz, economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, sostiene que, para el primer trimestre del año se mantendrá el ajuste de la actividad, con una caída anual en torno a 2% a 2,5%: “El sector servicios mantendrá el dinamismo, dando tracción a la actividad total en los primeros meses de 2023″.
Para Pérez, el PIB del primer trimestre de este año caerá 1,7% anual y una disminución de 1,3% trimestre contra trimestre. “Los datos trimestrales son bien volátiles, por lo que es mejor observar la variación anual y el nivel de PIB, el cual continuará disminuyendo hasta el segundo trimestre de 2023. Puede ser que no veamos una recesión técnica, pero sí veremos ajustes en el PIB, tanto en variación anual, como en nivel. Será un ajuste largo y doloroso, pero necesario”. Ogaz espera una caída de 1% del PIB en el inicio del año, mientras que Flores de -2,9.
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