Ocho veces al año el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se reúne a fin de tratar las tasas de interés a corto plazo para la nación, decisión que depende principalmente de la evolución de la inflación.

Así, este martes comenzará a desarrollarse el segundo encuentro sobre la materia -el que culmina mañana-, y hasta ahora la disyuntiva está en si la entidad presidida por Jerome Powell aumentará las tasas – lo que potencialmente alimentaría la crisis bancaria-, o las mantendrá en su nivel actual a riesgo de moderar su combate contra el desborde inflacionario.

Esto, en un contexto en el que el sector bancario global está bajo presión desde la caída de Silicon Valley Bank y Signature Bank en Estados Unidos -la segunda y tercera mayor quiebra de bancos en el país desde 2001, respectivamente-. Dicha situación elevó el estrés entre los inversionistas y empujó incluso la compra del gigante de la banca suiza Credit Suisse por su rival, UBS.

¿Por qué es relevante?

Las tasas de interés son la principal herramienta para combatir la escalada de precios: al subirlas, la Fed encarece el crédito para consumo e inversión, y desalienta así la demanda, con el objeto de enfriar la economía.

De hecho, Powell anticipaba hace dos semanas un incremento mayor y más rápido de tasas del esperado hasta entonces.

Pero el escenario cambió luego de que tres bancos estadounidenses quebraran, en lo que se considera la mayor debacle para el sector desde la crisis financiera de 2008. «Los acontecimientos recientes cambiaron completamente el panorama» y la Fed «debe actuar con prudencia» para evitar poner en peligro a más bancos, comentó Michael Gapen, economista jefe de Bank of America.

La caída de estos bancos se vio impulsada en buena medida por el aumento de tasas decidido por la Fed, que desde 1980 tomó un ritmo inédito. Es más, si hasta hace un año las tasas se ubicaban en un rango de 0-0,25% para estimular el consumo lastrado por la pandemia, ahora los tipos de referencia se encuentran en 4,50-4,75%.

Este incremento de tasas expuso a los bancos a una reducción del valor de algunos de sus activos.

Ricardo Bustamante, jefe de estudios trading de Capitaria, explicó que «los incrementos en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal han generado un impacto en la renta fija, donde el precio de los bonos han caído, generando un impacto negativo en las inversiones de los bancos estadounidense, apoyando un escenario aún mas desfavorable para las instituciones financieras que arrastran problemas de liquidez, especialmente en los bancos regionales».

Junto con ello, señaló que «un fuerte incremento en las tasas apoyaría a una reducción más acelerada de la inflación, pero traería un poder de endeudamiento menor para las personas, impactando en la actividad económica y en los ingresos del sector financiero».

Por su parte, Ignacio Mieres, analista de mercados de XTB Latam, dijo que «el anuncio se considera clave, ya que nos dará a conocer cuál es la postura de la Fed ante estos acontecimientos, es decir, si vemos una subida en las tasas de interés la Fed nos estaría dando la señal de que la estabilidad monetaria sigue siendo su principal objetivo, en caso contrario, de no subir tasas de interés nos estaría comunicando que posiblemente estemos frente a problemas en la estabilidad financiera en el país».

Cabe mencionar que, de subir las tasas, sería la novena vez que el banco central estadounidense lo hace desde marzo del año pasado, cuando comenzó a incrementar el tipo de interés oficial con el objetivo de mantener a raya una inflación desbocada.

Muchos expertos consideran que el organismo debería pausar sus subidas, y el grupo Goldman Sachs prevé que los reguladores hagan caso a las advertencias. Es más, este lunes, en una nota a sus clientes, el grupo pronosticó que la Fed pausará sus subidas ya que «los mercados no parecen convencidos» de la solidez del sistema bancario.

¿Señal del BCE?

La Fed está aún más bajo presión luego de que su par el Banco Central Europeo (BCE) acordara la semana pasada subir las tasas de interés en medio punto porcentual, hasta el 3,5%, enfatizando que está dispuesto a subirlas más significativamente a un ritmo sostenido.

«El Consejo de Gobierno decidió subir los tres tipos de interés clave del BCE en 50 puntos básicos. En consecuencia, la tasa de interés de las operaciones principales de financiación y las tasas de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se incrementarán al 3,50%, 3,75% y 3,00% respectivamente, con efectos a partir del 22 de marzo de 2023», señaló el reporte de la entidad.

Respecto a la tensiones del mercado financiero, el Consejo expresó que «el sector bancario de la zona del euro es resistente, con fuertes posiciones de capital y liquidez. En todo caso, el conjunto de herramientas de política del BCE está completamente equipado para brindar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si es necesario y para preservar la transmisión fluida de la política monetaria».

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