“Estoy preocupado, como gobierno, de luchar contra la delincuencia y el narcotráfico, no contra alcaldes. En esa pelea no estoy interesado”, dijo el Presidente Gabriel Boric, el jueves pasado, en medio de la polémica que se había levantado entre el Ejecutivo y el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, por las demoliciones de las denominadas narco-casas.

Más allá de las declaraciones del Mandatario, a esas alturas en el oficialismo ya lamentaban que Carter hubiese logrado que al menos tres ministros le respondieran y que el propio Boric tuviera que desmentir que habían habido presiones al fiscal nacional para que abriera un sumario contra los responsables de entregarle información al alcalde.

El choque con Matthei

Sólo días después, este martes, el Presidente volvió a romper su propia regla de no pelearse con alcaldes, al sumarse a los cuestionamientos a la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei. Esto, tras las declaraciones de la edil respecto a que “si hubo violaciones a los derechos humanos fue porque (los carabineros) no tenían cómo defenderse”.

«Las violaciones a los derechos humanos nunca tienen justificación, y entrar en esa deriva argumentativa es muy peligroso para la democracia. Respaldar claramente a Carabineros en la lucha contra la delincuencia, de lo que no tengo ninguna duda, no es a costa de los DDHH», escribió en su cuenta de Twitter el Mandatario, lo que le valió un duro cruce en redes sociales con la alcadesa.

“Presidente lo noto obsesionado con los alcaldes. Usted, que se ha dado tanta voltereta e impidió que se aprobaran leyes que defiendan a los chilenos y a Carabineros, escribe seguramente sin todos los antecedentes. Con respeto, madure y gobierne, necesitamos lo mejor de usted”, fue parte de la respuesta de la alcaldesa.

La preocupación oficialista

En el oficialismo no han sido indiferentes a estos rounds con Matthei y Carter. Les incomodan. Principalmente, porque sienten que el Presidente y el gobierno están dando cuerda y validando a quienes son probablemente las dos cartas presidenciales de la oposición.

«Es innecesario que el Presidente tenga que polemizar con otras autoridades, para eso hay ministros. Me parece bien que muestre señales en favor de la seguridad, pero la polémica del caso a caso se la debe dejar a otras autoridades», asegura a El Líbero el senador PS Juan Luis Castro.

La molestia radica en que en el sector se viene analizando desde hace varios días cómo ambos alcaldes se han instalado en las encuestas con discursos en materia de seguridad. Por eso, han presionado al gobierno en distintas reuniones para buscar una estrategia que permita al Ejecutivo subirse a este tema y retomar el control de la agenda, lo que no se ha logrado.

Este fue parte del mensaje que algunos parlamentarios le han transmitido a la ministra Carolina Tohá. “Hay que evitar que la derecha use la demagogia policial y el populismo penal para llevar agua al molino de sus candidatos presidenciales Kast, Matthei y Carter”, sostuvo la semana pasada el diputado PS, Leonardo Soto.

El factor Carter

Uno de los hechos que levantó las alarmas en la coalición de gobierno fue que, a los buenos números de Matthei en las encuestas, en las últimas semanas se comenzó a instalar también el edil de La Florida, de la mano de una valoración ciudadana a la demolición de narco-casas.

La encuesta Cadem que se conoció el domingo 19 de marzo, mostraba que las figuras políticas mejor evaluadas eran la alcaldesa de Providencia, con un 70% de aprobación, y Carter con un 60%. La encuesta de este domingo, en tanto, arrojó que un 82% de los consultados está de acuerdo con la iniciativa del alcalde de La Florida.

En el oficialismo, creen que el debate entre Carter y el gobierno la semana pasada le dio mayor visibilidad al edil y lo instaló con fuerza en la agenda. En el sector, incluso, no pasó desapercibido el contraste que se vivió este martes en el funeral de la carabinera asesinada Rita Olivares, donde Boric llegó entre gritos y abucheos y Carter entre aplausos.

Original de El Líbero

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