Inyecciones diarias o semanales, tratamientos que duran meses, años o incluso de por vida. Esta es la realidad de personas que se administran medicamentos como la semaglutida, que originalmente fue desarrollada para la diabetes y que ahora también se receta para perder peso.
Las personas que padecen diabetes tipo 2 ven afectada su capacidad en el cuerpo para producir insulina, ya que el páncreas, que está encargado de esta función no la produce o se resiste a ella. La insulina regula el azúcar en sangre, por lo que esta afección conduce a niveles altos de azúcar que pueden causar problemas cardíacos, daño a los órganos y ceguera.
Para tratarla se suelen usar tratamientos que modifican el estilo de vida de las personas, al obligarlas a una administración constante de medicamentos. Es por esto que Fractyl Health, una compañía de biotecnología con sede en Lexington, Massachusetts, está desarrollando una terapia génica única para el tratamiento de la diabetes tipo 2, que también podría usarse en el control de peso, ya que utiliza el mismo mecanismo que la semaglutida, destinada a reducir el azúcar en la sangre y el peso corporal.
La semaglutida pertenece a una clase de fármacos conocidos como agonistas del receptor GLP-1. Estos medicamentos funcionan ayudando al cuerpo a producir la cantidad correcta de insulina en el momento adecuado, lo que ayuda a regular el azúcar en la sangre. Esto significa que son altamente efectivos para las personas con diabetes tipo 2.
La semaglutida, comercializada bajo la marca Ozempic, se ha utilizado como medicamento para la diabetes durante más de cinco años. Pero también se descubrió que GLP-1 también interactúa con las partes del cerebro involucradas en el apetito y entrega una sensación de saciedad. Así es como la semaglutida también conduce a la pérdida de peso y no solo en las personas con diabetes.
Pero, ¿cuál es su inconveniente? El tipo de administración, que suelen ser inyecciones semanales, provoca que en ocasiones las personas dejen de tomar su medicamento, pues son costosos y pueden tener efectos secundarios como náuseas, diarrea y estreñimiento. También existe la posibilidad de que olviden sus dosis accidentalmente o que una vez alcanzado su objetivo de peso los dejan. Lo que es un problema porque cuando estos tratamientos se detienen abruptamente, los niveles de azúcar en la sangre aumentan, el apetito regresa y con ello los kilos.
“Tienes este problema en el que necesitas permanecer en la terapia para lograr la eficacia”, dice Harith Rajagopalan al portal Wired, cardiólogo de formación y director ejecutivo y cofundador de Fractyl Health. “Ese es el talón de Aquiles”.
Rajagopalan quiere evitar el talón de Aquiles con un tratamiento único que duraría años. El enfoque de la empresa consiste en administrar un gen artificial al páncreas que produzca continuamente la hormona GLP-1. Con esto no habría necesidad de inyecciones semanales o diarias y habría mayor continuidad en los tratamientos.
Terapia génica única: la inyección que podría cambiarlo todo
La terapia génica es un enfoque terapéutico que busca tratar enfermedades genéticas o adquiridas mediante la introducción de material genético funcional en las células de un individuo. El objetivo principal de la terapia génica es corregir o compensar un defecto genético que causa una enfermedad específica.
En el caso del tratamiento de Fractyl Health, se utilizan los virus inactivados para llevar un gen terapéutico a las células pancreáticas. Se utilizan los vituras debido a su capacidad natural para llevar material genético a las células.
Este enfoque se ha llevado a cabo solo en animales. Usando ratones criados para desarrollar diabetes tipo 2 administraron, en un grupo una sola infusión de la terapia génica, y en otros inyecciones semanales de semaglutida. Los resultados fueron sorprendentes: después de diez semanas la terapia génica redujo el azúcar en sangre en ayunas en un 70%, un poco más que la semaglutida, que redujo el azúcar en sangre en un 64%.
Además, la terapia también redujo el peso corporal en ratones en un 23% en comparación con los ratones de control. Los científicos de la compañía presentaron los hallazgos en la conferencia de la Asociación Estadounidense de Diabetes a fines de junio.
Los científicos no esperaban ver una pérdida de peso tan significativa, dado que la terapia génica de Fractyl se administra directamente en el páncreas, a diferencia de Ozempic y Wegovy (medicamentos para perder peso con semaglutida) que se inyectan en el tejido adiposo de los muslos, la cintura o la parte superior del brazo y desde allí ingresa al torrente sanguíneo, donde de alguna manera se comunica con el cerebro.
Una explicación que entrega Daniel Drucker endocrinólogo y profesor de medicina en la Universidad de Toronto a Wired, es que la terapia génica produce suficiente GLP-1 en el páncreas de modo que una parte ingresa al sistema circulatorio y se comunica con el cerebro. Otra posibilidad es que haya un mecanismo de señalización desconocido en el páncreas que le diga al cerebro que deje de comer.
Aunque este tratamiento parece prometedor, aún deben abordarse ciertos desafíos. Primero que todo, el páncreas es un órgano muy frágil e importante, porque además de producir insulina produce enzimas digestivas que ayudan a descomponer los alimentos. Sin embargo, cuando se inflama produce pancreatitis, que puede producir enzimas que atacan al páncreas y provocar un daño permanente en el órgano.
Además, se debe considerar que la terapia génica podría resultar costosa e inaccesible para la población común. Tampoco se sabe si la terapia génica de Fractyl causará efectos secundarios en las personas.
Si la terapia génica única funciona y es segura podría revolucionar el método de administración en pacientes con diabetes tipo 2 o en pacientes que quieran perder peso. Pero para saber eso queda esperar, ya que la compañía tiene como objetivo comenzar una prueba inicial en humanos para fines de 2024, por lo que esas respuestas aún están a unos años de distancia.
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