El acuerdo entre el Gobierno y Central Unitaria de Trabajadores (CUT]) ya está firmado y ahora será turno del Congreso analizar la propuesta. Se trata de un nuevo reajuste al salario mínimo en el país que comenzará a regir a partir del 1 de mayo, y cuya novedad es que se busca iniciar un camino escalonado de alzas hasta llegar a los $500 mil en julio de 2024, adelantando así el objetivo del Ejecutivo que pretendía alcanzar ese nivel a finales del mandato de Gabriel Boric.

Por cierto, esta aspiración no ha estado exenta de críticas y es que desde el mundo de las pequeñas y medianas empresas ya han levantado la voz para expresar sus reproches respecto a acelerar la meta de los $500 mil, sobre todo que esto se haya acordado sin su participación en las conversaciones.

Es que esta iniciativa se suma a otras como la nueva ley que reduce la jornada laboral en el país de 45 a 40 horas semanales y la intención de subir en un 6% las cotizaciones previsionales con cargo al empleador. Todo esto, generaría una importante alza en los costos de las empresas, según un informe confeccionado por el Observatorio del Contexto Económico de la U. Diego Portales.

«En el mediano plazo, una vez implementadas en su totalidad la rebaja de jornada ordinaria a 40 horas y el aumento de la tasa de cotización previsional en 6%, el costo salarial por hora en el segmento de trabajadores que ganan en torno al IMM (Ingreso Mínimo Mensual) podría aumentar en hasta 19,3% por la aplicación de ambas medidas», señala la investigación de José Acuña y Juan Bravo.

«Este monto puede ser menor dependiendo de la capacidad de las organizaciones para realizar reorganizaciones productivas y dependiendo de cuánto logren mejorar la eficiencia las medidas de adaptabilidad incluidas en el texto aprobado de reducción de la jornada a 40 horas», añade.

A ello, subrayan, «se le debe adicionar los incrementos en términos reales del salario mínimo acumulados a la fecha en que ambas medidas estén en régimen, las que se traducirán en un incremento adicional del costo salarial por hora».

Características de quienes ganan el mínimo

Actualmente, según el informe, Chile se encuentra por debajo de los países desarrollados en cuando a salario mínimo, agregando que es el quinto país de América Latina con el sueldo mínimo más alto, detrás de Paraguay, Ecuador, Bolivia y Costa Rica.

Sin embargo, «en un escenario con el salario mínimo de $500 mil, Chile pasaría a ser el país con el salario mínimo más alto de la región y acercándose al valor de Estonia», dice el documento.

Por otra parte, en su trabajo, Bravo y Acuña indican que, si bien el salario mínimo es una política que busca que los trabajadores puedan cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias, lo que implica, por lo tanto, evitar la situación de pobreza, «no todos los trabajadores afectos al IMM son pobres, por lo que no necesariamente la política de salario mínimo y sus reajustes van dirigidos a los grupos que están en situación de pobreza».

En ese sentido, exponen que usualmente en las discusiones referentes a la política de salario mínimo se resalta la situación que enfrenta un hogar de cuatro personas donde el trabajador que gana el sueldo mínimo es el proveedor principal del hogar.

«Sin embargo, las cifras revelan que solo el 28,5% de los trabajadores afectos al IMM ejerce el rol de proveedor principal del hogar en un hogar de tres o más personas», subrayan.

«Los demás viven en hogares de una o do personas (en donde el monto del IMM vigente cubre la línea de pobreza a marzo de 2023) o en hogares de tres personas o más donde otro miembro del hogar es el proveedor principal del hogar», apunta el texto. «Solo el 35,6% de los trabajadores afectos al IMM vive en un hogar donde dicho trabajador es el único ocupado», agrega.

«El 41,9% vive en hogares en donde hay dos ocupados (es decir, el trabajador afecto al IMM más algún otro ocupado) y el 22,5% vive en hogares con tres o más ocupados», acota el informe. También señala que el grueso de los trabajadores afectos al salario mínimo tiene educación media o un nivel educativo menor. «El 17% de los trabajadores afectos al IMM tiene educación superior completa, pero la mayoría de quienes cuentan con este nivel educativo y ganan el salario mínimo ejercen una ocupación de mediana o baja calificación».

Por última, indica que «la mayoría de los trabajadores afectos al IMM trabajan en mipymes, aunque el 27,1% de ellos ejerce su trabajo en empresas grandes (con 200 o más trabajadores)».

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