El viernes a las 18 horas se conocerá la decisión del Banco Central sobre la política monetaria. Los distintos agentes del mercado estarán atentos a la decisión que adopte. La expectativa tiene una sola dirección: el instituto emisor comenzará a recortar su tasa de interés después de nueve meses que se mantuvo en 11,25%. Ahora con una trayectoria de inflación a la baja, las condiciones son aptas para que el instituto emisor inicie su proceso de ajuste.

Así, las previsiones del mercado apuntan a una reducción de entre 50 y 125 puntos base para ubicarse entre 10,75% y 10%.

En la parte más acotada se ubica el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, quien afirma que hay un elemento de incertidumbre y que lleva a ser más cautos. El experto apunta a lo que está sucediendo en Rusia y que “tiene impacto en el precio de los granos y el trigo”. De hecho, dice que “han subido más de 15% y eso genera una cuota de prudencia. Por ello, pensar en 50 puntos bases es una opción probable”.

Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, tiene también esa misma expectativa. “El dato de inflación de junio generó expectativas de una reducción significativa en la TPM. Además, están las declaraciones de una consejera que señaló que el piso de la reducción debiera ser de 50 puntos base e incluso es posible que algo más”.

No obstante, afirma que “hay elementos que debemos relevar para poner paños fríos a las expectativas respecto de lo que sucederá en la próxima reunión. Uno de ellos es que las medidas subyacentes han experimentado caídas moderadas”, por ello, cree que “una reducción de la TPM de 50 puntos base es bastante razonable”.

En una posición intermedia se sitúa la economista del OCEC-UDP, Carolina Molinare, quien tiene una previsión de baja entre 50 y 75 puntos base. “Hay que considerar que frente a este escenario la política monetaria sigue siendo contractiva porque la inflación todavía mantiene en cifras elevadas. Aunque el Banco Central ha reconocido el avance de la convergencia inflacionaria, todavía es alta, especialmente el componente subyacente”.

Ya en 75 puntos base, está la visión de Natalia Aránguiz, socia y gerente de Estudios de Aurea Group, quien además espera que, a fin de año, la tasa de interés se sitúe en 8,5%. Misma expectativa tiene Carmen Gloria Silva, economista de Santander. “Al contar con nuevos datos que ratifiquen la debilidad económica y la tendencia a la baja en la inflación, el Banco Central podría ampliar la magnitud de recortes para las siguientes reuniones terminando el año con una tasa en torno a 7,25% – 7,5%”, subraya.

Otra mirada entrega el economista asesor de Euroamerica, Felipe Alarcón, quien comenta que “las opciones van a estar entre 75 y 100 puntos base, pero me inclino por los 75 puntos base, ritmo que puede ir variando dependiendo de la información que se acumule y la reacción que se vaya dando en variables clave como el tipo de cambio”. Para el cierre de 2023 espera que llegue a 8,25%.

Ya en la parte alta de las previsiones está Felipe Ruiz, economista de Bci. “Esperamos un recorte de 100 puntos base en la Tasa de Política Monetaria para la reunión de julio, reconociendo el descenso de la inflación y expectativas que se encuentran en el 3% objetivo a 2 años”.

En ese sentido, Ruiz explica que “esto sería el inicio de un proceso de normalización de la política monetaria, para observar recortes sucesivos en función de las expectativas de inflación. Acorde con ello, la TPM se ubicaría en 7,75% a fin de año”.

Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo (LyD) es el que espera la baja más agresiva en la tasa de interés de 125 puntos bases llegando a 10%. “Se han generado las condiciones para comenzar a retirar rápidamente la política monetaria contractiva, para llegar a una TPM neutra de 4% en el segundo trimestre del próximo año”, menciona.

Inflación en descenso

La sorpresa del IPC de junio de -0,2% que llevó a que los precios en doce meses se ubicaran en 7,6% alimentó las expectativas de que la reducción de la inflación podría ser más rápida de lo previsto. Para julio, si bien no se espera un registro negativo, sí la medición anual continuaría una senda de rápido descenso.

Para este mes, las previsiones de los expertos fluctúan entre 0,2% y 0,4% y como el año pasado el registro del séptimo mes del año fue de 1,4%, el indicador en 12 meses podría bajar a un rango entre 6,3% y 6,5%.

Flores es quien tiene la perspectiva más baja con una variación de 0,2% y un IPC acumulado de 4,1% para el cierre de año. Un poco más arriba está Aránguiz, quien puntualiza que “una de las variables altamente significativas son los precios al productor con rezagos de 13 y 14 meses, que aún son altas. Esto nos hace ruido al estimar caídas realmente significativas en los precios durante el tercer trimestre de 2023, por lo que el valor que nos arroja es un crecimiento del nivel de precios durante julio de 0,3% mensual”.

Silva también espera un avance de 0,3% mensual en la inflación total. “Hacia delante seguiremos observando menores presiones inflacionarias, con lo que proyectamos que el IPC terminaría 2023 con una variación de 3,9%”. Misma previsión entrega Ruiz quien argumenta que esto está “acorde con la estacionalidad y coherente con el descenso en la variación anual. De esta manera, la inflación terminaría 2023 en 3,8%”.

En la parte más alta está Alejandro Fernández, economista de Gemines, quien pone un rango para el IPC entre 0,3% y 0,4%.

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