Si bien la inflación ha comenzado una senda de reducción gradual desde el 12,8% con que cerró el año pasado hasta el 11,1% registrado en marzo de este año, los niveles siguen siendo elevados en relación a las últimas décadas y por ello ha afectado el poder adquisitivo de las familias.
Esto tiene precisamente injerencia directa en los salarios de los trabajadores. Y por ello, para saber cómo impacta y lo que están haciendo las empresas, Mercer Chile realizó un estudio respecto de los incrementos salariales 2022-2023, en el que se consultó la opinión de 168 empresas.
Entre los principales resultados se destaca que para este año el aumento total que presupuestan las compañías, esto es IPC más criterios de mérito y/o mercado, es de un 9,3% promedio, por debajo del otorgado en 2022, que fue de 11,1%.
Al desglosarlo y analizar las empresas que no garantizan un reajuste por IPC, este sería de un 9%. mientras que aquellas que por política tienen ese piso se presupuesta en un 9,7%.
Agustina Bellido, líder de Carrera de Mercer Chile, sostiene que para determinar si estos incrementos proyectados volverán a tener un impacto real en los bolsillos de las personas “dependerá muchísimo de cómo sigan los indicadores de inflación. Sin embargo, es importante destacar que parte del número total se mueve con la inflación proyectada en términos anuales, entonces mientras menor sea esta este número puede bajar”.
En la mayoría de los casos el último trimestre del año es el momento en el que las organizaciones definen el presupuesto para los reajustes salariales a otorgar el año siguiente. De acuerdo a la encuesta de Mercer Chile, entre los principales aspectos que se consideran para ello se encuentran: la proyección de inflación para el año siguiente (67%), la proyección de incrementos que realizan consultoras (41%); la inflación real a la fecha o del año anterior (35%); y los resultados de la compañía (29%).