Hasta ahora, más de 4.000 personas han muerto y al menos 19.000 han resultado heridas en la serie de devastadores terremotos que han sacudido el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que ha dejado miles de edificios derruidos en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas.

Durante la madrugada de este martes en Turquía, la cifra de fallecidos se elevó a 2.921 y de heridos a 15.834, según informó la agencia nacional de emergencias (Afad), mientras que en Siria se contabilizan al menos 1.300 muertos y 3.400 heridos.

Unas 7.800 personas han sido rescatadas en Turquía de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron en los dos fuertes temblores, uno de magnitud 7,7 y otro posterior de 7,6, informó el Gobierno, según recoge la agencia oficialista Anadolu.

Los presos se amotinaron el lunes en una cárcel del noroeste de Siria tras un terremoto mortal, y al menos 20 escaparon de la prisión que alberga en su mayoría a miembros del grupo Estado Islámico (EI), dijo a la agencia de noticias AFP una fuente del centro.

La prisión de la policía militar de la ciudad de Rajo, cerca de la frontera turca, alberga a unos 2.000 reclusos, de los que se sospecha que unos 1.300 son combatientes del Estado Islámico (EI). La prisión también alberga a combatientes de las fuerzas dirigidas por kurdos.