Luego que en una polémica sesión el gobierno lograra la aprobación de la idea de legislar de la reforma de pensiones en la Cámara de Diputados, pero que en la discusión en particular se rechazaran aspectos clave de la iniciativa, la economista y directora de la Escuela de Gobierno de la UC, Andrea Repetto, criticó la estrategia desplegada por Ejecutivo.

“A mi me abruma el desorden de la discusión que hubo para la Cámara y que el gobierno le haya hecho gestos desordenados a distintos partidos, a uno les da el autopréstamo, al otro la tabla de mortalidad, al de más allá el seguro de longevidad, a no se quién no se qué”, dijo en entrevista con Radio Duna.

En este sentido sostuvo que el gobierno “simplemente quiere llegar a la discusión que tiene que tener, que es en el Senado, que siempre supimos que es en el Senado, que es lo que pasó también con el proyecto de (del expresidente) Piñera, que se lo aprobaron en la Cámara, no un puro cascarón, sino que también tenía una movilidad, y después es en el Senado donde se puso difícil la cosa, y no avanzó”.

Al respecto advirtió que el escenario en términos de votos para el actual gobierno es aún más complicado que el que enfrentó la administración del expresidente Sebastián Piñera con su propuesta de reforma de pensiones.

Repetto afirmó que, en este contexto, el gobierno del Presidente Gabriel Boric, en las negociaciones para lograr la aprobación de la iniciativa “hizo una cosa como apuradita, desordenada, que ahora ya no sabemos que es lo que es la reforma de pensiones”.

Asimismo, criticó que si el objetivo de la reforma es aumentar los recursos para las pensiones, el autopréstamo y cortar la tabla de mortalidad generan el efecto totalmente opuesto.

Detalles de lo rechazado y lo aprobado

El gobierno del Presidente Gabriel Boric se anotó un triunfo y una derrota el miércoles en la sala de la Cámara de Diputados, donde hubo un amplio despliegue de ministros, pues estuvieron presentes los titulares de Hacienda, Mario Marcel; de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde; del Trabajo, Jeannette Jara; de la Mujer, Antonia Orellana; del Interior, Carolina Tohá; y la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo.

Si bien los parlamentarios aprobaron la idea de legislar la reforma previsional, los diputados rechazaron varios temas que eran cruciales para el Ejecutivo, entre ellos, el incremento de la cotización en 6% con cargo al empleador, por lo que ni siquiera se pudo votar su distribución, que era el principal nudo de la reforma, donde la propuesta contemplaba que 3% se destinara a cuentas individuales y el otro 3% al Seguro Social.

Además del alza de 6% en la cotización, también se rechazaron varios otros temas, como la garantía de 0,1 UF por año cotizado que proponía el gobierno para los actuales y futuros pensionados y que sería pagado mediante el Seguro Social, la existencia de un nuevo Fondo Integrado de Pensiones (FIP) y su gestor estatal, la creación del Inversor de Pensiones del Estado (IPE), la gradualidad para subir el tope imponible y la cotización voluntaria de 6% extra para independientes.

Lo que sí se aprobó fue la creación del Seguro Social, que exista un complemento por cuidado de terceros, la división de la industria de AFP, la existencia de inversores de pensiones privados, la existencia del Administrador Previsional, la licitación del 10% del stock de afiliados en los inversores, el cambio de comisiones de flujo a saldo, los fondos generacionales, el autopréstamo, y el alza de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250 mil.

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