Las regiones de Valparaíso, Biobío y Ñuble han sido atacadas con explosivos las últimas semanas; en las dos primeras, se derrumbaron torres de alta tensión, y en la otra se destrozó un puente ferroviario.

Estos hechos han derivado en investigaciones en las respectivas fiscalías regionales, cuyos persecutores jefe se reunieron durante la mañana de este jueves con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, con el fin de avanzar en la persecución penal de este tipo de hechos. Si bien la autoridad los tildó como «actos terroristas», descartó que el Gobierno opte por invocar la ley antiterrorista, puesto que «no es la mejor herramienta», sostuvo.

En paralelo, han surgido antecedentes que indicarían que el ataque ocurrido el pasado jueves 8 de junio en Placilla, habría sido perpetrado por un supuesto grupo, autodenominado como «movimiento 18 de octubre».

En una carta enviada a El Ciudadano, el grupo asegura ser el responsable de los tres ataques y los «comandos» a cargo de cada uno: en Valparaíso, el atentado habría estado a cargo del «Comando Mauricio Arenas Bejas», que toma el nombre de quien resultó detenido en 1987 por su responsabilidad en el ataque a la comitiva de Augusto Pinochet, luego se fugó en 1990 y al año siguiente murió en Argentina; en el Biobío, por el «Comando Lafkenche Pilmaiquen»; y en Ñuble, por el «Comando Luisa Toledo», que recoge el nombre de la madre de Eduardo, Rafael y Pablo, por quienes se conmemora cada año el Día del Joven Combatiente.

La publicación en el citado medio generó la reacción de un movimiento de nombre similar -«Movimiento Revolucionario 18 de octubre», quienes a través de Twitter descartaron todo tipo de vínculo con los actos ocurridos, e incluso los llamaron a bajar la publicación. De esta manera, se abrieron nuevas interrogantes: si hubo un grupo que intentó adjudicar un ataque a otro, o si sólo se trata de un alcance de nombre.

De hecho, esta mañana, el subsecretario Monsalve descartó entregar detalles sobre un presunto movimiento anarquista detrás de los actos explosivos. «Eso es lo que tiene que aclarar la investigación. Cuando hay hechos graves en Valparaíso, Ñuble y Arauco, no hay que llegar de manera prematura a conclusiones, ni tampoco radicar responsabilidades, porque justamente pueden constituir un error, que haga que las investigación no tenga la apertura, la mirada, de todas las responsabilidades que eventualmente se tienen que investigar», dijo la autoridad esta mañana.

Los antecedentes

Debido a las características de los ataques, y la presunta adjudicación de un movimiento que opera a través de comandos, se comenzó a hablar de algún tipo de planificación o conocimiento de la zona por parte de los autores de estos ataques.

No obstante, el fiscal Héctor Barros, de la Fiscalía Metropolitana Sur, sostuvo que «a veces es mucho más complejo poner un artefacto explosivo en la ciudad con la cantidad de gente que hay y cámaras de seguridad que los puedan delatar, versus elegir lugares donde no hay población, no hay cámaras de seguridad y pocas posibilidades, por las distancias o territorio, para poder detectar a los autores».

Consultado por el «movimiento 18 de octubre», el fiscal precisó que se están investigando a «muchos grupos», y agregó que al hablar de anarquismo «nunca piensen que estamos hablando de una organización, estructura, o asociación ilícita; porque el anarquismo es todo lo contrario a la creación de estructuras piramidales, sino que son principalmente horizontales».

«También estamos analizando las publicaciones que se han hecho, sólo puedo decir que son distintas a las publicaciones que hemos tenido tradicionalmente y eso es parte de la investigación, de los equipos de inteligencia que están trabajando y del análisis del OS9», agregó el fiscal.

Por su parte, ayer el delegado presidencial del Ñuble, Gabriel Pradenas, precisó respecto a la indagatoria que «esta investigación tiene un componente nacional que abarcará más de una región. Por ende, la cobertura a hechos que tengan relación con lo ocurrido en Ñuble u otros que generen una adjudicación de esta acción criminal, son parte de una investigación que lleva la Fiscalía Metropolitana Sur», dijo la autoridad a Crónica Chillán.

Pradenas también manifestó que hay vigilancia permanente de Carabineros en el lugar donde ocurrió el ataque, y se están realizando patrullajes preventivos para generar la cobertura necesaria en los perímetros en cuestión.

Además, el prefecto de Ñuble, coronel Fredy Vergara, sostuvo que se dispuso de la vigilancia de la infraestructura crítica de la región, «con personal uniformado y civil; y fortaleciendo la coordinación con empresas para estar atentos a la presencia de personas ajenas que merodeen sus instalaciones».

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