Fue cerca de las 19:50 (hora local) de este martes cuando el hospital Al-Ahli, ubicado en la ciudad de Gaza, fue atacado en un episodio que ha sido calificado como el más mortífero desde el pasado 7 de octubre, cuando las tropas de la organización palestina Hamas cruzaron a Israel para efectuar una serie de ataques hacia civiles y uniformados.

En el lugar médico había decenas de pacientes, médicos y rescatistas, además de unos 1.000 refugiados, según afirman medios locales e internacionales.

Desde el Ministerio de Salud de Gaza informaron que la caída del misil dejó más de 500 muertos, mientras que desde Hamas responsabilizaron a las fuerzas militares de Israel de haber efectuado el bombardeo.

Por su parte, el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu negó que los proyectiles hayan sido de sus tropas y culpó del ataque a un cohete fallido del grupo Yihad Islámica Palestina, quienes también negaron haber tenido autoría en una declaración enviada a Reuters.

Después de que se conocieran los hechos, múltiples líderes internacionales se pronunciaron para condenar lo ocurrido, en medio de la intensificación del conflicto entre Israel y Hamas.

Qué se sabe sobre el bombardeo al hospital Al-Ahli de Gaza

Pese a que Hamas aseguró que este es “un crimen de guerra” de parte de Israel y a que las autoridades de este último país negaron su participación, hasta el momento no se ha verificado cuál fue la facción que realizó el ataque.

Según aseguró a la BBC un médico que estaba en el hospital, el cual es financiado por la Iglesia anglicana de Estados Unidos, un 80% del recinto médico quedó fuera de servicio tras la explosión.

“Albergaba a cientos de enfermos y heridos, y a personas desplazadas de sus hogares por la fuerza”, afirmaron desde la oficina de prensa del gobierno de Gaza.

Frente a esta situación, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés), compartieron un comunicado en el que manifestaron: “Inteligencia de múltiples fuentes que tenemos en nuestras manos indica que (el grupo) Yihad Islámica Palestina es responsable del lanzamiento fallido del cohete que impactó en el hospital “.

“Un hospital es un edificio muy sensible y no es un objetivo de las FDI”, añadieron en otro escrito, mientras que el primer ministro Netanyahu dijo que se trató de actos a cargo de “terroristas bárbaros”.

Por otro lado, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, calificó lo ocurrido como una “espantosa masacre de guerra” y afirmó que Israel ha “cruzado todas las líneas rojas”.

En contraposición a ello, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este miércoles a Israel en el marco de su visita diplomática a raíz del conflicto y avaló la versión del gobierno de Netanyahu.

“Por lo que he visto, parece que lo hizo el otro bando”, manifestó, para luego agregar que “hay mucha gente por ahí que no está segura” de lo que ocurrió.

En medio de este escenario, la organización militante Hezbolá hizo un llamado abierto a protestar en un “día de furia” este miércoles, según rescató el citado medio.

Asimismo, desde Jordania cancelaron su participación en la instancia en la que el rey Abdalá II tenía previsto reunirse con Biden, Abás y el mandatario egipcio Abdel Fattah el-Sisi.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) condenaron “enérgicamente” el ataque y subrayaron que “se debe respetar el derecho internacional humanitario, lo que significa que la atención de salud debe protegerse activamente y nunca ser un objetivo”.

De la misma manera, la ONG Médicos Sin Fronteras, la cual ha desplegado voluntarios en Gaza y el mencionado hospital, calificó el bombardeo como “una masacre” que es “absolutamente inaceptable”.

“Nada justifica este espantoso ataque contra un hospital y sus numerosos pacientes y personal sanitario, así como contra las personas que allí buscaban refugio. Los hospitales no son un objetivo. Este derramamiento de sangre debe terminar. Ya basta”, destacaron según la BBC.

A esto se le sumaron las declaraciones del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, quien dijo a través de X (ex Twitter) que está “horrorizado por la muerte de cientos de civiles palestinos”.

Emmanuel Macron, presidente de Francia, declaró que “nada puede justificar el ataque de un hospital” ni los atentados contra civiles, mientras que Rusia pidió una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para que se aborden estos acontecimientos.

Joe Biden también aseguró en un comunicado que “Estados Unidos defiende inequívocamente la protección de la vida civil durante el conflicto y lamentamos a los pacientes, al personal médico y a otros inocentes muertos o heridos en esta tragedia”.

A raíz del bombardeo, en la región palestina de Cisjordania se realizaron manifestaciones en las que se expresó descontento por el ataque al hospital, por lo que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina respondieron con gases lacrimógenos para dispersar a quienes tiraban piedras en la ciudad de Ramala.

En Líbano, Túnez y Jordania también se desencadenaron protestas masivas para apoyar a los palestinos que están en Franja de Gaza.

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