Tras ocho meses de trabajo, el pleno del Consejo Constitucional aprobó finalmente este lunes por 33 votos a favor y 17 en contra, el texto de Carta Magna redactado por los 50 consejeros y 24 comisionados.

Así, se despachó de manera oficial la propuesta de la nueva Constitución.

Tal como se esperaba, no hubo sorpresas durante la jornada ya que se esperaba que fuera un sufragio más bien simbólico, puesto que el texto necesitaba 30 votos (3/5) para ser aprobado y la derecha tenía la mayoría de escaños: Chile Vamos con 11 consejeros y el Partido Republicano con 22.

Ahora, la propuesta de nueva Constitución está lista para ser entregada -el próximo martes 7 de noviembre- al Presidente Gabriel Boric, quien deberá convocar al plebiscito del 17 de diciembre.

Ese mismo día comenzarán las campañas para votar “A favor” o “En contra” de la propuesta de nueva Carta Magna.

En esta sesión final, antes de la votación, cada consejero y comisionado contó con la posibilidad de entregar un “discurso de cierre” por un máximo de seis minutos. A las 13.30 horas hicieron un receso, para retomar a partir de las 15.00 horas.

En ese receso de la sesión de pleno, los consejeros oficialistas realizaron un punto de prensa para reafirmar su postura en contra de la propuesta.

Alejandro Köhler señaló que en el proceso “se impuso una mayoría circunstancial con un texto dogmático”.

“Puestos frente a la disyuntiva de aprobar o rechazar este texto excluyente, nosotros decimos con mucha firmeza y claridad que vamos a votar en contra de lo que se nos propone, pensando en Chile y su gente”, indicó.

Los discursos de cierre de consejeros y expertos

Las posturas de oficialismo y oposición quedaron claras en cada intervención de sus representantes. Los argumentos para votar a favor o en contra en el plebiscito de diciembre se matizaron con palabras de agradecimiento a los equipos que trabajaron estos cinco meses y mensajes para los familiares. “Perdón por no estar en el día de tu cumpleaños”, dijo el republicano Sebastián Parraguez, nombrando a una de sus hijas. Nancy Márquez, consejera de Convergencia Social por Los Lagos, cerró su intervención dirigiéndose a sus hijos en Chiloé: “Mamá ya va de regreso”, expresó.

Köhler, uno de los seis consejeros del Partido Socialista, fue el primero en tomar la palabra al abrirse la ronda de discursos de cierre. “Optaron por imponer un texto excluyente, dogmático, retrogrado y polarizante, el que representa un riesgo de inestabilidad política y social, precisamente, por dejar sin espacio democrático a otras ideas democráticas”, señaló. “No tenemos otra opción que rechazar este texto”, dijo.

Luis Silva, el jefe de la bancada de consejeros del Partido Republicano, llamó a votar a favor de la propuesta. A su juicio, al votar en contra “se abre un camino de pura incertidumbre”. Silva destacó que el texto “robustece las capacidades del Estado para hacer frente a la delincuencia, al terrorismo y a la corrupción”. “Es una Constitución perfecta, no, fue hecha por personas de carne y hueso, pero es una buena Constitución que refleja en su texto un equilibrio armónico entre la tradición constitucional chilena por una parte y contenidos innovadores por otra”, planteó.

Gloria Hutt, consejera de Evópoli, planteó que estaba culminando “una etapa más de un proceso que en su origen puso en riesgo la democracia y que ha demostrado, a pesar de las dificultades, que el camino institucional es el más seguro para canalizar las inquietudes de la ciudadanía”. Hutt aseguró dar fe de “la transversalidad de la propuesta”. A su juicio, en este texto hay para las mujeres, por fin “oportunidades para lograr la igualdad”. Por ello, llamó a Unidad para Chile a “considerar estas condiciones que apuntan objetivamente a una mejor vida en el país y no permitir que la prioridad ideológica discursiva prive a las personas de estas mejoras”. “Respeten la voluntad popular”, dijo la exministra en alusión al oficialismo.

La comisionada oficialista Verónica Undurraga indicó que la propuesta “profundiza el estado subsidiario y “está irresponsablemente hecha pensando en la campaña mediática”. La abogada patrocinada por el PPD que fue presidenta de la Comisión Experta, sollozando dijo que su tristeza hoy no la hacía olvidar “los logros del anteproyecto”. “Tendremos que seguir trabajando para construir acuerdos verdaderos. Así son los afanes humanos”, reflexionó, recibiendo un sonoro aplauso de los presentes en la sala de sesiones de la sede de la Cámara de Diputados en Santiago.

El representante indígena Alihuen Antileo, consejero independiente, se manifestó en contra de la propuesta, calificándola de “excluyente” y afirmando que “tiene un sesgo revanchista”.

La experta Natalia González opinó en favor de “un texto serio y responsable” y aseguró que el oficialismo busca “excusas” para votar en contra.

Jocelyn Ormeño consejera PS, aseguró que la propuesta “representa un retroceso” que “precariza” los derechos sociales, “amenaza los avances en materia de equidad de género” y “pone en riesgo el futuro de la inmensa mayoría de los chilenos y chilenas, porque no fue escrita pensando en Chile y no recoge la diversidad del país”.

Kinturay Melin, consejera de RD, afirmó que el texto “genera incertidumbre” al compararlo con el actual. “Todo aquello que en la Constitución de 1980 no se escribió, aquí se convierte en letra escrita en piedra. La mayoría en este Consejo decidió, en lugar de hacer una observación racional a un modelo en crisis, radicalizar su postura y cimentar con más fuerza tal modelo”, aseguró.

El comisionado Francisco Soto adelantó que no manifestará su voto ni participará de las campañas por su calidad de vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Pese a ello, indicó que eso no le impedía reflexionar como integrante de la Comisión Experta y afirmó que “el proyecto que aprobó el Consejo no ha logrado generar un amplio consenso”.

Carolina Navarrete, consejera UDI por Ñuble, destacó que el texto “viene a llenar un vacío sensible de la carta actual, cual es otorgar acción de protección al derecho de los padres de educar a sus hijos y a determinar prioritariamente su interés superior”.

José González, consejero independiente de Revolución Democrática dijo que en ningún otro proceso constitucional en la historia chilena “alguien osó cerrar la voluntad ciudadana a nuevas reformas, salvo la Constitución de 1980”. A su juicio, el texto clausura “el paso de las nuevas sensibilidades”.

El experto Teodoro Ribera aseguró que “el nuevo texto constitucional no puede tacharse de partisano”. En esa línea, destacó que se votó con “un alto nivel de acuerdo”, que demuestra que “en sus elementos centrales ha existido una mirada común”.

María de los ángeles López, consejera del Partido Republicano, aseguró que la Constitución que proponen “habla de sentido común”. “El futuro le pertenece a la inmensa mayoría de chilenos que quieren vivir en paz, seguros y en libertad y a ese Chile nos debemos”, expresó.

María Claudia Jorquera, integrante del Consejo Constitucional en representación de la 9° Circunscripción, del Maule, destacó que la propuesta “recoge el anhelo ciudadano muy sentido con el medio ambiente”. “Esta será la Constitución de la protección social”, resaltó también la consejera UDI. “Chile merece esta constitución que es mejor que la actual que tenemos”, aseguró, llamando a la ciudadanía a leer la propuesta.

La comisionada Alejandra Krauss agradeció y manifestó que esperaba haber estado a la altura del desafío. “A este país le urge consenso, le urge reconstruir su convivencia”, dijo la militante demócrata cristiana. A su juicio, luego de la propuesta de los expertos “la épica de los acuerdos se esfumó”. “No entendieron cual era el desafío que la ciudadanía le planteaba al país. Otra vez hemos perdido una oportunidad histórica”, sostuvo, asegurando que la propuesta es un texto “redactado por unos cuantos y para ellos solos”.

Edmundo Eluchans, consejero de la UDI, reconoció “desilusión” porque los votos de Chile Vamos no tuvieron fuerza, a su juicio, para ser más influyentes en una tarea de “puente” entre los republicanos y el oficialismo. Eluchans cuestionó a la izquierda por su “poca voluntad de alcanzar acuerdos transversales”.

Antonia Rivas, integrante de la Comisión Experta, manifestó su pesar por haber fracasado “en ofrecer a Chile una Constitución de consenso”. “Aquí no gana nadie, perdemos todos”, señaló.

“Nosotros no somos responsables de los problemas que nos trajeron hasta aquí, pero sí asumimos el desafío de ser artífices de las soluciones”, expresó, a su vez, el consejero republicano Paul Sfeir.

Bettina Horst, experta de Libertad y Desarrollo señaló que Chile necesita recuperar su capacidad de crecer y sostuvo que aprobar el texto “permite despejar la incertidumbre tan necesaria para poder volver a reconstruir el país”.

Tras el receso que hubo a la hora de almuerzo, Karen Araya, consejera del Partido Comunista, comentó que las normas fueron presentadas por “personas con corbata que luego pasaron máquina”. “Esta Constitución es más de derecha que el texto vigente”, aseguró la representante del PC.

Ninoska Payauna, consejera del Partido Republicano, valoró el texto emanado del proceso, al asegurar que “esta propuesta es sensata, porque da respuesta a las urgencias de los chilenos”.

A su vez, María Gatica, de la misma colectividad, sostuvo que se logró presentar “un proyecto constitucional mejor que la Constitución que hoy nos rige” y que goza “de cierta transversalidad, capaz de hacer sentido a gran parte de los chilenos”.

El consejero Germán Becker (RN), en tanto, coincidió en que la propuesta final es “sólida, consistente, razonable, equilibrada y, sobre todo, realista”.

Asimismo, aprovechó la ocasión para criticar a parte de la llamada “izquierda democrática”, a quienes, aseguró, “vi llegar con la mejor predisposición de lograr acuerdos, sin embargo, finalmente, sucumbieron ante la actitud obstruccionista de la izquierda más dura”.

Sebastián Soto, de la comisión experta, lamentó que no se llegara a un texto de consenso. En este sentido, destacó que “la poliítica de hoy está, desafortunadamente, siendo capturada por la adrenalina del enfrentamiento, por la convicción del juego de suma cero, por la polarización, por la terriblemente dañina lógica del amigo/enemigo”.

Sin embargo, destacó que el texto propuesto “no es perfecto”, pero “evaluado globalmente es un texto mejor en muchos aspectos”.

Paloma Zúñiga, consejera RD, tras hacer un mea culpa por el fallido proceso de la Convención Constitucional, sostuvo que “muchos me decían que la derecha cometería los mismos errores y que escribiría una Constitución que a solo ellos les interesara, sin pensar en un acuerdo nacional o en un pacto político de consenso. Lamentablemente es así, está es una Consitucion que no reepresenta a todos y todas”.

Agregó que “esta no es una buena Constitución, es más mala que la Constitución del 80, que agoniza y muere lentamente”, sostuvo.

A su turno, la comisionada Katherine Martorell (RN), señaló que está a favor del nuevo texto ya que “escojo un país donde el terrorismo el contrario a los derechos humanos (…) elijo contar con fuerzas de orden profesionales y que puedan ejercer su rol con el debido reconocimiento. Escojo un país donde las FF.AA. cuiden nuestras fronteras y la inmigración sea regulada”.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo Constitucional, Aldo Valle (indep.-PS), destacó que “este proyecto no permitirá avanzar en una sociedad democrática y con los equilibrios que constribuyan a la estabilidad política e institucional que sin duda necesitamos”.

Finalmente, la republicana Beatriz Hevia, presidenta del Consejo Constitucional, indicó que “hemos elaborado un texto que tiene el potencial de convertirse en una herramienta fundamental para sacar al país del estacamiento, de la inseguridad y de la inestabilidad política y social y los chilenos podemos mejorar nuestra calidad de vida y recuperar la capacidad de soñar con un futuro mejor”.

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