Venezuela acumuló una inflación de 115% entre enero y julio de 2023, según datos difundidos este lunes por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente integrado por economistas y expertos al margen del Banco Central (BCV).

“Las cifras de precios del Observatorio de Finanzas correspondientes a julio de 2023 indican (…) que la tasa de inflación acumulada registró un comportamiento similar (de incremento) al pasar de 110,8% en junio a 115% en julio”, indicó el Observatorio.

Según estos datos, julio cerró con una tasa de inflación mensual de 7,2%, 1,3 puntos menos que la de junio, una subida que “está estrechamente relacionada con el alza del dólar, el cual aumentó 7,1%”, agrega el reporte.

Los sectores con mayores incrementos fueron el de servicios de comunicaciones, con 32,2%; los gastos de educación, que subieron 10,4%; los de restaurantes y hoteles, con 8,8%; y los de salud, con 7,9%.

“La estrecha vinculación entre los aumentos de precios y del tipo de cambio (la constante devaluación de la moneda local frente al dólar) podría anticipar que la inflación seguirá acelerándose, toda vez que en los primeros cuatro días hábiles de agosto de 2023, el tipo de cambio del bolívar respecto al dólar se incrementó en 7,6%”, advirtió el OVF.

El Observatorio Venezolano de Finanzas es una de las tantas organizaciones particulares encargadas de recopilar datos de la sociedad en medio del vacío informativo que genera la dictadura, al no difundir datos oficiales.

Venezuela salió en diciembre de 2021 de una hiperinflación en la que entró en 2017 y que, por cuatro años, redujo el valor del bolívar, la moneda oficial, así como la confianza de los ciudadanos en ella, por lo que adoptaron de manera no oficial el dólar en un intento de proteger sus ingresos.

Días atrás, el dictador Nicolás Maduro aseguró que el crecimiento económico del país para 2023 se proyecta en un “mínimo” de 5,5%, citando datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y negó que la nación haya caído, nuevamente, en recesión.

“Dicen que Venezuela entró otra vez en recesión, y lo basan en datos falsos, cuando los venezolanos estamos unidos y empeñados en el trabajo, en diversificar la economía, en hacer crecer la economía que produce bienes, servicios, riqueza, y este año se proyecta mínimo, mínimo, de acuerdo a la Cepal, 5,5% de crecimiento”, señaló la semana pasada durante una actividad transmitida por el canal estatal VTV.

El dictador chavista dijo estar seguro de que el crecimiento económico “superará esas proyecciones”, esto pese a que el Observatorio Venezolano de Finanzas estimó a finales de julio que el PIB cayó un 7% en el primer semestre de 2023, en comparación con el mismo período del año pasado.

Maduro afirmó que Venezuela empezó a “sustituir completamente” las importaciones por producción local, gracias al “trabajo en equipo” entre el Gobierno, productores y la ciudadanía.

“Ya Venezuela va invirtiendo la tendencia y comienza a ser un país productor, diversificado, que exporta, y un país que empieza a sustituir completamente las importaciones y a producir (…) lo que antes importábamos”, manifestó.

En este sentido, señaló que las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un sistema creado por Maduro en 2016 para abastecer de alimentos a familias, pasaron de contener un 90% de productos importados, a surtirse con 95% de alimentos producidos en la nación.

Además, el dictador venezolano indicó que estimaciones de la Cepal, al cierre de 2022, posicionan a Venezuela en el segundo lugar de crecimiento en exportaciones de bienes de toda la región, con 63% de incremento.

Pese a las declaraciones del dictador, según estimaciones independientes, la economía venezolana se contrajo un 80% entre 2013 y 2021, cuando empezó a mostrar signos de recuperación como resultado de un cambio en las políticas del Ejecutivo, que se ha abierto al dólar y a inversores privados, a la vez que redujo los controles y las intervenciones a empresas, coinciden expertos.

(Con información de EFE)

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