El universo kirchnerista se llenó ayer de interrogantes cuando empezó a circular la versión de que Cristina Kirchner podría ser candidata a presidente, desdiciéndose de lo que había planteado en público. Lo verbalizó el periodista cercano al oficialismo Gustavo Sylvestre, y fue refrendado especialmente por el diputado Eduardo Valdés.

¿Hay algo real en esta reinstalación de una posible candidatura de la vicepresidenta? ¿Qué cambió entre el jueves pasado, cuando apeló a frases como “yo ya di todo lo que tenía para dar”, y una semana después?

Quienes conocen de cerca a Cristina aseguran que no hubo una marcha atrás en su decisión de no postularse. Además, subrayan que ella jamás permitiría que su verdadera estrategia se filtre como un rumor. Desde La Cámpora y desde el gremialismo kirchnerista relativizaron el rumor y lo calificaron de “un disparate”.

Sin embargo, hay un dato cierto: el operativo de reinstalación partió del Instituto Patria y Cristina dio un aval para que se difundiera. “Una cosa es que ella haya sido fuente de la versión, algo que no creo; pero sí sé que ella estaba al tanto y no hizo nada por impedirlo”, señalaron a LA NACION desde el Instituto Patria. Una fuente que conoce a Cristina desde hace tiempo admite que “hubo mucho ruido con el tema en los últimos días, pero no significa que termine siendo candidata presidencial”.

Jorge Capitanich fue uno de los que habló el viernes, cuando empezó a circular la versión. “Si Cristina decide ser candidata, claramente es excluyente y entonces hay que potenciar una fórmula única”, respondió cuando le preguntaron por esa posibilidad. De todos modos, en su entorno aclararon a la nacion: “Dijo eso porque se lo preguntaron, pero él no tiene ninguna información de parte de Cristina de que ella haya cambiado de postura”.

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