El Niño se enmarca dentro de un ciclo climático atmosférico interanual (cambios de fase cada 1 a 4 años aproximadamente), ciclo denominado ENSO (sigla en inglés de El Niño Southern Oscilation) o ENOS, El Niño Oscilación de Sur. Estos cambios se van generados por un debilitamiento de la alta permanente del Pacífico Sur y del centro de baja presión ubicado en el Océano Índico.

Esto crea un debilitamiento en los vientos sur frente a Chile, como también en los vientos alisios en el Ecuador, que conlleva a una perturbación en el océano en forma de onda que viaja desde el lado asiático del Pacífico ecuatorial hacia el lado americano (onda de Kelvin oceánica), generando un alza en la temperatura del océano en la zona ecuatoriana y que luego se propaga por la costa sudamericana hacia el sur.

Los 6 grandes efectos que el fenómeno producirán en Chile

Tomás Berger, oceanógrafo y académico de la Escuela de Ciencias del Mar de la Universidad Católica de Valparaíso, estableció en un reciente análisis seis efectos atmosféricos y oceánicos que el fenómeno de El Niño tendría para Chile:

1. Debilitamiento del centro de alta presión frente a Chile-Perú:

-La propagación de centros de baja presión desde el oeste del Pacífico hacia la costa central de Chile lo que trae consigo frentes asociados a intensos vientos y altas precipitaciones.

-Además del debilitamiento del centro de alta presión, este mismo se desplaza un poco más al norte de lo común lo que permite el paso de centro de baja presión segregados desde el Océano Austral hacia la zona Subtropical del Pacífico en Chile Centro-Norte (regiones IV-V-VI) lo que conlleva a intensos vientos y precipitaciones en la zona.

-La presencia de centros de baja presión aledaños al centro de alta presión desplazado y debilitado permite la conexión atmosférica entre el Pacífico Ecuatorial y Tropical con el territorio chileno a través de ríos atmosféricos que traen grandes cantidades de vapor de agua, que al encontrarse con la cordillera de los Andes precipita de forma líquida en el territorio.

2. Las temperaturas superficiales del océano frente a Chile se encontrarían más elevadas de lo habitual:

-Mayor evaporación de agua como vapor de agua, contribuyendo a una mayor cantidad y frecuencia de precipitaciones en el territorio chileno.

-Los organismos oceánicos (peces, tiburones, rayas, medusas, etc.) que están acostumbrados a ciertas temperaturas se desplazarían para encontrar su temperatura óptima. Esto incluye:

-Desplazamiento hacia zonas más profundas de ciertas especies de peces, lo que tendría un impacto sobre las pesquerías artesanales e industriales (ya ocurrió algo similar durante El Niño de 1997).

-Intrusión de ciertas especies de menores latitudes hacia la zona costera de Chile tratando de encontrar las temperaturas óptimas que tenían en su ambiente, el cual se encontraría más cálido de lo habitual.

3. Viento sur paralelo a la costa debilitado por lo que habría menor surgencia costera:

Se trata de un ascenso de aguas costeras subsuperficiales ricas en nutrientes hacia la zona superficial de océano costero, lo cual es un motor clave para la productividad primaria en el océano frente a Chile-Perú, y tendría un efecto negativo sobre la disponibilidad de alimento de ciertas especies de peces.

4. Un aumento en las precipitaciones conlleva a una mayor actividad vegetal:

Eso significa que durante el invierno que pasó y la primavera que estamos empezando habrá grandes cantidades de flora que se expandirá y crecerá, lo cual aumentaría para el verano la cantidad de combustible disponible para incendios forestales, esto sumado a un aumento en las temperaturas y condiciones secas que se espera para este verano podría conllevar a un alto riesgo de incendios forestales.

Los seis grandes efectos atmosféricos en Chile

5. Lluvias abundantes e inundaciones:

Serían causadas por el desviamiento y aprovechamiento de causes de ríos durante los años de sequía trae consigo desastres naturales asociados a la sociedad junto con enfermedades transmitidas por el agua (dengue y zika).

6. Se espera que en la zona norte de Chile haya una disminución en las precipitaciones estivales:

Ello afectaría a las comunidades altiplánicas de Chile y a las comunidades de las zonas áridas cercanas al desierto de Atacama.

El Niño ya está declarado con anomalías de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacifico ecuatorial central por sobre 2,5 grados, lo que lo cataloga como “Niño fuerte”. “Para Chile implica la probabilidad de una primavera lluviosa respecto a los valores pluviométricos esperable para esa época en la zona central y sur”, explica Jorge Carrasco, académico de la Universidad de Magallanes.

Dice que en general, las temperaturas del aire ligeramente más cálidas en el norte y centro-sur del país, generan una mayor probabilidad de ocurrencias de olas de calor. Esto incluye condiciones térmicas que pueden favorecer los incendios forestales principalmente en verano.

Además, dice que temperaturas del mar en la costa norte más altas que lo normal que permiten la migración de especies de aguas más cálidas hacia el sur que pueden afectar la industria pesquera. “Con la presencia de El Niño también se esperaría menos precipitaciones altiplánicas en la época estival”, añade Carrasco.

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