Es una época de ajustes en la industria de la entretención en casa. Un momento que invita a revisar ideas que hasta hace un par de años parecían estar plenamente vigentes. Un ejemplo: recientemente servicios digitales como Netflix y Max han lanzado planes más económicos que incluyen publicidad, una alternativa impensada en el período de mayor auge del sector.

Otro ejemplo: los cableoperadores y las plataformas de streaming, antes percibidos como competidores por la preferencia de las personas, ahora colaboran y unen fuerzas en busca de fortalecer sus posiciones en el mercado.

¿El motivo? La billetera de la audiencia es limitada, como sugieren aquellos estudios que concluyen que la mayor parte de los personas están dispuestas a, como máximo, pagar por dos servicios.

En ese escenario, reconoce Cristián Novoa, gerente de Contenidos de VTR. “hemos participado en todas las discusiones con nuestros socios estratégicos, tratando de replantearnos el nuevo ecosistema”.

La compañía presenta algo que luce inédito en Chile: a partir de hoy, 1 de marzo, sus clientes tendrán acceso a ocho plataformas de streaming sin un costo adicional. Estas son Max (que esta martes debutó en Latinoamérica en reemplazo de HBO Max), Prime Video, Universal+, Mega Go, Atresplayer, Cindie, Edye y Riivi. “Todas son aplicaciones con contenido de primera factura”, sintetiza el ejecutivo.

Novoa cuenta que la decisión tiene su origen en haber observado en detalle los nuevos patrones de consumo tanto en nuestro país como en el extranjero. “Esto no es algo que suceda sólo en Chile; tiene como precedente lo ocurre en mercados más maduros, como el americano”.

Ted, la serie. Foto: Peacock

“Si bien se mantiene relativamente estable la cantidad de tiempo que el cliente destina a los servicios de entretención –los canales de televisión y las plataformas de streaming–, en torno a las cinco y seis horas, ha cambiado radicalmente la composición de ese consumo. Si antes era un 80% o 90% para los canales y el restante para las plataformas, en el último año los patrones de consumo quedaron 50 y 50″, explica.

Y profundiza: “Eso provocó que el costo del gasto en entretención haya subido de manera drástica en el tiempo. Eso pegó de manera bien radical en mercados como el americano, que no adecuaron su oferta de programación. Entonces, los cableoperadores de Estados Unidos siguieron ofreciendo sólo una oferta de canales y parte de sus clientes, como no tenían una billetera ilimitada, se fueron a contratar directamente plataformas”.

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