Quedan solo tres días para las elecciones de consejeros constitucionales y el ambiente no es el mejor en el oficialismo, donde sus principales líderes y figuras ya han reconocido que esperan un resultado adverso en los comicios.

Luego de la aparición de diversos estudios de opinión y análisis de expertos electorales que pronostican un triunfo de la oposición, varios dirigentes reconocieron que la posibilidad de que el progresismo no alcance los 3/5 para aprobar normas es real.

Así lo señaló por ejemplo el senador socialista, Juan Luis Castro, quien señaló a La Segunda que «creo que es inevitable que haya una derrota. Y esa derrota puede ser de una cuantía que tal vez no se ha ponderado suficientemente».

«No es por ser agorero, pero todos los indicadores señalan que el oficialismo puede estar al borde de perder la elección, no solo en porcentaje, también en el quórum de incidencia de los 3/5. Eso significa que la derecha pueden llegar a los 3/5?, dijo.

En ese contexto, Castro sostuvo que será necesario que el Ejecutivo debe aumentar su base de apoyo. «Es evidente que el Gobierno invite a ser parte de sus fuerzas de apoyo e incluso al gabinete a personeros de la DC e independientes», destacó.

«La DC concurrió en segunda vuelta a apoyar a Boric. Ha pasado más de un año, ya es hora que se tome una decisión (…) Es un paso ineludible», enfatizó, junto con recalcar que para el Ejecutivo se vendrán «tiempos adversos y cuesta arriba».

Quien también admitió una posible derrota fue el secretario general del PC, Lautaro Carmona, quien aseguró que los votantes del sector aún están golpeados por la derrota del Plebiscito de salida y por la forma en que se generó el nuevo proceso.

«Yo entiendo que hay una desafección del mundo progresista, de la izquierda, no solo por lo que pasó el 4 de septiembre, sino por cómo se repuso el proceso constituyente: en un acuerdo de los partidos que tienen presencia parlamentaria», indicó.

En tanto, el presidente del PR, Leonardo Cubillos, se sumó a las voces pesimistas, luego de manifestar a La Tercera que «hay un ambiente que yo comparto, que es con resultados electorales para nuestro sector muy conservadores».

«El hecho de que no logremos al menos los 2/5 nos pone en peligro de ser meros observadores del proceso y lo que está en juego es el modelo de Constitución que queremos instalar como centroizquierda», sostuvo el radical.

Recriminaciones por dos listas

Asimismo, Cubillos advirtió que «en cuanto a capital político, claramente se hipotecan las posibilidades de ser alternativa de gobierno. Si bien faltan tres años, está el peligro de un péndulo que va hacia una derecha populista, conservadora, reaccionaria».

Una mirada distinta planteó el presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, quien señaló que «hay un criterio de realidad, que este segundo proceso genera menos entusiasmo que el anterior, menos polarización, no se ven grandes debates, pero no derrotista».

«Para nosotros es muy importante que la lista Unidad para Chile sea de las listas más votadas de las que están en competencia. Nosotros lamentamos una vez más y lo dijimos antes el que el oficialismo vaya en dos listas», agregó.

Sobre ese punto, Latorre especificó que «la metodología del sistema electoral castiga la fragmentación y ya le estás entregando una ventaja a nuestros adversarios políticos. Sin embargo, creo que a la lista de Unidad para Chile le debiera ir bien».

Una idea similar planteó Carmona, quien ha dicho que «podríamos haber tenido eficacia completa si hubiéramos ido en una sola lista. Esto ya es referencia histórica y sólo nos va a servir para ver cómo fue este proceso».

«Espero que no tengamos que decir que nos perdimos un consejero», añadió el dirigente comunista, en un análisis que fue refutado por su principal impulsora, la presidenta del PPD, Natalia Piergentilli.

«Creo que ir en dos listas fue una decisión de largo plazo para no claudicar a los planteamientos de la centroizquierda (…) culparnos a nosotros de un mal resultado es antojadizo», expresó la también candidata al Consejo Constitucional por la RM.

Mientras, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, ha transmitido en los últimos días que «para el progresismo sería un golpe fuerte no poder obtener fuerzas suficientes que permitan cambiar sustancialmente la actual Constitución».

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