El régimen de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, ordenó este miércoles la cancelación de la Cruz Roja Nicaragüense en un hecho sin precedentes. El organismo de carácter humanitario se encargó en abril de 2018 de asistir a manifestantes heridos por la represión gubernamental. La medida fue tomada a través de una iniciativa de ley votada sin mayores discusiones en la Asamblea Nacional de mayoría sandinista, el partido oficial.

La diputada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) Lorna Dixon, remitió la propuesta en el plenario con el fin de eliminar al organismo y ordenar la confiscación de bienes para el posterior traspaso al Ministerio de Salud (Minsa). Los sandinistas sostienen la medida bajo el argumento de que la Cruz Roja Nicaragüense «actuó contra los principios de humanidad, imparcialidad y neutralidad».

El régimen también tachó a la Cruz Roja Nicaragüense de incumplir con el marco regulatorio de los organismos sin fines de lucro. Los legisladores remarcaron que la institución no presentó los estados financieros ni el balance contable de la declaración fiscal, así como una «falta de verificación de la identidad de sus donantes y proveedores de fondos, información desactualizada en el registro del Ministerio de Gobernación».

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