¿La pobreza volverá a subir? Esa es una pregunta que ya está rondando entre los economistas que siguen de cerca este tipo de temáticas. Y es que ya comenzó la cuenta regresiva para que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia entregue los datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen 2022). Dicha fecha será en julio próximo.

No obstante, el trabajo de campo, que es cuando se realiza la encuesta propiamente tal en terreno se efectuó entre el 1 de noviembre al 2 de febrero de febrero de 2023. En ese período la inflación se mantenía en niveles elevados en los dos dígitos. En noviembre, el IPC anual era de 13,3%, en diciembre 12,8% y en enero 11,9%, por lo que el impacto en el poder adquisitivo de las personas más vulnerable se hizo sentir.

Por otro lado, el mercado laboral ya comenzaba a mostrar algunas señales de debilidad, pero mucho menor a lo que se esperaba, por lo que apuntaló en parte los ingresos autónomos de las personas. Ambas variables son determinantes para analizar la evolución que podría tener la pobreza.

De acuerdo a la Subsecretaría de Evaluación Social, actualmente su equipo del Observatorio Social está terminando de validar las bases de datos que, durante los últimos meses, han sido procesadas por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile.

Desde la subsecretaría explican que con la versión final de las bases de datos se inicia el trabajo de cálculo de los factores de expansión, que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En paralelo a ello, la Cepal está trabajando en las programaciones requeridas para realizar las estimaciones de pobreza por ingresos, pobreza extrema por ingresos y caracterización de los ingresos, mientras que PNUD prepara las programaciones para generar el índice de pobreza multidimensional. “Estas programaciones se utilizarán una vez que esté disponible la base de datos que incluye los factores de expansión”, indican.

¿Al alza?

Entre los expertos que siguen la temática de la pobreza ven posible que los altos registros de inflación no hayan podido ser contrastados por el empleo ni por la ayuda monetaria que entregó el fisco, por ello, creen que los indicadores de pobreza podrían subir levemente.

La línea de la pobreza que se ocupa para la Casen es la de noviembre de 2022, mes en que comienza el trabajo de campo. Y en ese mes para un hogar de una persona equivalente fue de $216.849. Esa cifra es un 24,5% más alta que la registrada en noviembre de 2020, que fue la que se utilizó en la Casen 2020.

La línea de la pobreza se define como un indicador de la capacidad para satisfacer las necesidades básicas de una persona. Así, un hogar está en situación de pobreza si su ingreso por persona o ingreso del hogar es inferior al valor de la línea de pobreza. Siguiendo esa misma definición, un hogar está en situación de pobreza extrema si su ingreso por persona es inferior a la línea de pobreza extrema.

Paulina Henoch, coordinadora del Programa Pobreza, Vivienda y Ciudad de Libertad y Desarrollo (LyD), sostiene que “desde la última estimación oficial de la pobreza, en noviembre de 2020 y noviembre 2022, el aumento de la CBA ha sido mayor que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y que el índice de remuneraciones (IR), es decir, existe una importante pérdida en el poder adquisitivo de las familias durante ese periodo”.

Por el otro lado añade que un elemento que podría incidir hacia una reducción de la pobreza es lo que ha pasado con el mercado laboral. “Se observa que todas las variables analizadas evidencian una mayor participación laboral, un mayor número de ocupados y una menor tasa de desempleo”.

Henoch dice que para evaluar cuánto de esta alza de precios ha incidido en la pobreza se realiza un ejercicio que supone que los hogares estarían enfrentando mayores costos de la canasta básica, que los ingresos del hogar son reajustados por el índice de remuneraciones (IR) de ese período. Este ejercicio asume que las condiciones laborales y las transferencias monetarias que reciben se han mantenido constante desde la última medición oficial de la pobreza.

Con ese cálculo, se prevé que la pobreza por ingresos subiría de 10,8% a 12,4% lo que se traduce en que más de 300 mil personas pasarían a ser pobres. Mientras que la tasa en pobreza extrema se ubicaría se elevaría de 4,3% a 4,8%. “Este ejercicio deja en evidencia como la inflación tiene efectos muy nocivos en el bienestar de las personas y perjudica a la población con menos recursos”, afirma Henoch. De concretarse, sería la segunda alza consecutiva que registran los indicadores de pobreza.

Catalina Littin, directora Ejecutiva de Fundación Superación de la Pobreza, ve probable que la pobreza suba, “pero moderado por las dinámicas que estamos viendo en la economía desde noviembre a la fecha”. Para Littin, si bien es importante la cifra de pobreza por ingresos, creemos que, de acuerdo al nivel de desarrollo de nuestro país, “hay que poner especial énfasis en los resultados a nivel de las dimensiones de Pobreza Multidimensional, que no pudo ser medida en su totalidad en la encuesta anterior”.

En ese desglose, la experta puntualiza que “es esperable que en educación veamos brechas preocupantes, producto de las inasistencia y rezago que se experimenta hasta hoy y que forman parte de las urgencias sociales hasta hoy. Lo mismo podría suceder en salud, donde hay urgencias que el sistema debe absorber. También tendremos algunos puntos de atención en lo que respecta a vivienda y seguridad social. Y finalmente, hay que estar atentos a los temas de la dimensión de la cohesión, por el fenómeno migratorio, la inseguridad y otros”.

Otra visión entregó el economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Ortiz, quien plantea que “si bien la creación de empleo reduce la incidencia de la inflación, es necesario evaluar la dinámica de ingresos que tiene una alta incertidumbre”. Por ello, añade que “no hay información concluyente para establecer si efectivamente hay un alza o baja en la pobreza y pobreza extrema”.

Todo esto se conocerá a fines de julio, cuando la Subsecretaría de Evaluación Social entregue los resultados de pobreza por ingreso, pobreza extrema, pobreza multidimensional, y de caracterización de los ingresos de los hogares, lo que incluye las medidas de desigualdad de ingresos. Luego, durante el segundo semestre de 2023 y también en 2024, se irá publicando progresivamente información respecto de los distintos sectores y grupos de la población cubiertos por la encuesta.

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