“Me quiero puro matarme”. Eran las 14.50 y el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, describía así su estado de ánimo en el grupo de WhatsApp de los diputados de ese partido cuando aún no terminaba la segunda cuenta pública del Presidente Gabriel Boric.

“Muy buena la pasta de almuerzo”, escribió en el mismo chat la diputada Camila Flores (RN).

La sensación era de molestia. Varios quedaron disconformes con el discurso e incluso acusaron que el Mandatario faltó a la verdad en algunos temas, al punto que varios en la oposición se levantaron antes de que terminara el discurso. La molestia la volcaron a sus redes sociales, y una vez terminada la cuenta pública arremetieron en diversos medios contra las palabras del Jefe de Estado.

El principal punto que la oposición salió a criticar fue la insistencia del Presidente en retomar la discusión de una reforma tributaria en el Senado, los anuncios en materia de seguridad y lo que consideraron imprecisiones en temas de salud. También reprobaron el que Boric le hablara más a su sector, como aseguraron algunos dirigentes.

Molestia con la reforma tributaria

“Otra vez reforma tributaria. ¿Lo habrá dicho unas 20 veces?”, escribió en el grupo de WhatsApp de los diputados RN la legisladora Paula Labra. La constante alusión a este proyecto de ley -que fracasó durante su tramitación en el Congreso Nacional- molestó en la derecha. Boric planteó la necesidad de esta reforma para financiar medidas como la deuda histórica de los profesores, el Crédito con Aval del Estado y la sala cuna universal, entre otros. Sin embargo, rápidamente desde la derecha arremetieron por ello.

“Cuando se presentó la reforma tributaria original el año pasado por parte de este gobierno se habló de pensiones y se habló de salud. Hoy día es como la solución mágica para todo, lo que hace que el tema sea poco creíble”, criticó el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya.

Mientras que la diputada integrante de la Comisión de Hacienda Sofía Cid (RN) sostuvo que “el condicionamiento que hace de varias propuestas a una nueva alza de impuestos solo confirma que es una obsesión ideológica”.

El que se condicionara el cumplimiento de varias medidas a la aprobación de esta reforma fue interpretado por algunas voces opositoras como una forma de presión, mientras otros señalaban que era una excusa para lo que consideran ha sido el fracaso de proyectos de ley que no han podido ser aprobados.

“Me parece irresponsable que diga que la condonación del CAE y la deuda histórica de los profesores dependan de una reforma tributaria, si ni siquiera sabe cuánto va a recaudar y sin considerar el momento de decrecimiento del país”, dijo el jefe del comité de senadores RN, Manuel José Ossandón.

A varios les molestó que el Mandatario insistiera con el punto, porque consideran que el proyecto de ley es inviable y no cuenta con los votos en el Parlamento para ser despachado a ley. “Es muy difícil que los dos tercios se logren en el Senado para insistir en esa reforma tributaria”, dijo el diputado de la Comisión de Hacienda Miguel Mellado (RN).

Diputados de la UDI y RN.
Llamado a la unidad

En varios pasajes de su discurso, el Presidente hizo un llamado a la unidad y al entendimiento entre los distintos sectores políticos. “La división, compatriotas, es el combustible de la inseguridad y la unidad su antídoto”, dijo. De hecho, Boric hizo gestos a la derecha, haciendo alusión al expresidente Sebastián Piñera o a exministras como Isabel Plá (Mujer).

Sin embargo, hubo parlamentarios que interpretaron que gran parte de su discurso apuntaba a su propio sector más que a hablarle al país en general, especialmente cuando se refirió a los 50 años del Golpe de Estado.

“Me pareció imprudente, porque trató de diferenciar entre buenos y malos, entre quienes defendían y no defendían los derechos humanos. Y yo aseguro que nuestro sector condena y siempre ha condenado las violaciones a los derechos humanos”, dijo el diputado Andrés Longton (RN)

/gap