El Canal de Panamá, uno de los pilares fundamentales del comercio marítimo americano, podría resultar afectado a consecuencia de la sequía producida por el cambio climático.

La mega estructura conecta al mar Caribe y el Océano Atlántico con el Océano Pacífico. Su construcción fue clave para la navegación, ya que antes los barcos debían atravesar el Cabo de Hornos, en el extremo meridional de Sudamérica, una ruta mucho más larga y peligrosa.

Como millones de litros de agua dulce fluyen hacia el mar cada vez que se abre el canal, el nivel de agua baja, dificultando el paso de barcos de gran calado. Y ahora con la disminución de precipitaciones a consecuencia de la sequía, algunos expertos advierten sobre peligros para el comercio global.

200 millones de litros de agua por cada paso de barco

Los barcos que pasan por el canal atraviesan una serie de esclusas que los elevan 26 metros por sobre el nivel del mar, para luego descender ya sea al Pacífico o al Atlántico.

Según la consultora Everstream son necesarios 200 millones de litros de agua por uso. Y ahora, con las bajas precipitaciones, la Autoridad del Canal de Panamá emitió estrictas restricciones de calado, el cual desde el miércoles 24 de mayo es de solo 13,5 metros.

Sin embargo, los analistas de Everstream no esperan que la situación mejore, ni a corto plazo ni durante el resto de la primavera boreal. Las consecuencias para el transporte marítimo podrían empeorar, advierten.

/