El presidente ruso, Vladimir Putin, admitió hoy que el Ejército ruso perdió 54 tanques desde el inicio de la contraofensiva ucraniana el 4 de junio, en un encuentro con corresponsales de guerra en el que reconoció que Rusia pudo “prepararse mejor” para los anunciados ataques de Kiev.

“Por supuesto, esto no tiene nada de bueno”, dijo en referencia a los recientes ataques transfronterizos contra la región meridional rusa de Belgorod, y añadió: “Pero, en principio, uno podría haber supuesto que el enemigo actuaría de ese modo, y hubiéramos podido prepararnos mejor”.

El mandatario sostuvo que, a su vez, el ejército ucraniano perdió más de 160 tanques y 360 blindados en su intento de recuperar los territorios ocupados por Rusia en las regiones de Donetsk y Zaporizhzhia.

Putin estimó en un 25%-30 % el armamento suministrado por Occidente destruido por la artillería y la aviación rusa en los últimos diez días.

Según afirmó, Ucrania está atacando en “varios sectores” del frente de batalla. “El enemigo no ha tenido éxito en ninguno de los sectores del frente. Tienen grandes pérdidas”, dijo el líder ruso, quien añadió que estás son casi “catastróficas”.

Resaltó que las bajas “irreversibles” en el bando ucraniano son de “casi del 50%”, cuando habitualmente son del 30% en condiciones normales.

“Nosotros tenemos diez veces menos que las bajas de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dijo, aunque no quiso desvelar su número exacto.

Necesita relevos

El mandatario también apuntó que no piensa por el momento decretar una ley marcial. “No hay ninguna razón para introducir algún tipo de régimen especial o ley marcial en el país”, dijo Putin en la reunión televisada. “Hoy no hay necesidad de tal cosa”, dijo, pero reconoció que los rusos llamados a filas tendrán que ser relevados en algún momento.

“A la gente habrá que traerla de vuelta a casa en algún momento, ese asunto está siendo discutido en el Ministerio de Defensa”, reveló.

En septiembre de 2022, Putin llamó a filas a 300.000 reservistas, aunque en su decreto uno de los puntos es secreto, lo que abre la puerta a una nueva campaña de movilización. El presidente ruso recordó hoy que la respectiva ley no prevé una fecha concreta para el retorno de los movilizados y todo dependerá de la situación en el frente.

Dijo que está al tanto de los llamamientos de algunas figuras públicas de “movilizar a un millón o dos millones más”. Y comentó: “Todo depende de lo que nos proponemos, de nuestros objetivos”.

A su vez, advirtió a Kiev de que no podrá resistir mucho tiempo sólo con armamento suministrado por sus aliados occidentales, cuando su industria militar no produce “ni una miga” y está a punto de desaparecer.

Además, volvió a acusar a Kiev de haber atacado deliberadamente la presa de Kajovka con cohetes HIMARS suministrados por Estados Unidos, una medida que, según él, dificultó su propia contraofensiva. Ucrania asegura que la estructura, controlada por Rusia, fue volada desde su interior.

Putin insistió en que, aunque se producen “correcciones” en la estrategia militar, la desmilitarización sigue siendo un objetivo prioritario para el Kremlin en Ucrania, aclarando que su carácter fundamental no cambiaría.

(Con información de EFE, AFP, Reuters)

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