La frase tiene casi 200 años, la emitió Diego Portales, en un contexto sociopolítico muy diferente al actual, por lo tanto, el sólo mencionarla como una «referencia» parecer más que desacertado.

Es más, en el actual contexto de debate constitucional, un abierto llamado a «violar la constitución», por muy histórico que pudiese ser la analogía, también puede ser constitutivo de sanciones éticas, morales e incluso políticas, debido a las obligaciones «juradas o prometidas» por los congresistas al asumir sus cargos.

Por eso cuando el diputado del Partido de la Gente, Gaspar Rivas, aludió a Diego Portales, que el 6 de octubre de 1834 escribió una carta a Antonio Garfias en donde indicaba: «De mí se decirle que con ley o sin ella, esa señora que llaman la Constitución, hay que violarla cuando las circunstancias son extremas. Y ¡qué importa que lo sea, cuando en un año la parvulita lo ha sido tantas veces por su perfecta inutilidad», no hace más que cometer un error interpretativo y una chambonada léxica que no tiene nada de original, tampoco de inteligente y menos de aporte educativo.

Bien conocida es la historia de Portales con María Constanza de Nordenflycht y Cortés de Azúa, la joven que a los 15 años comenzó a mantener una relación con el político, que la sometió a diversos maltratos y con la cual sólo tuvo la opción de contraer nupcias, a través de un tercero, cuando la joven estaba en riesgo vital. Recuperada ella, el compromiso quedó en nada. Constanza murió a los 29 años, tras haber experimentado el maltrato y la distancia de quien era el amor de su vida y que había sido asesinado meses antes en el cerro Los Placeres de Valparaíso, el 6 de junio de 1837, en medio de una revuelta.

Por eso Rivas se equivoca y no sólo le da valor positivo a una frase que subyace el desprecio que sentía Diego Portales por la figura femenina. «A esa señorita, que se llama constitución, hay que violarla todas las veces que sea necesario», sostuvo esta tarde el diputado, en medio del debate en la comisión de educación -que preside- donde se analiza la propuesta que busca extinguir las deudas del Crédito con Aval del Estado.

La molestia fue evidente, fundamentalmente entre parlamentarias. Por ello, la diputada independiente MónicaArce, presentó una moción de censura contra Rivas, para que deje la presidencia de la instancia legislativa.

No siempre citar la historia es señal de originalidad, más aun cuando el olfato político de quien busca hacer referencia de una frase de esa magnitud parece desconocer sus efectos en la actualidad. Rivas, esta vez, perdió la oportunidad de quedarse callado.

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