No fue un acuerdo formal ni hubo votación. Sin embargo, este martes el Senado logró materializar un inédito consenso desde el PC al Partido Republicano para formular una declaración común sobre el Golpe de Estado y el quiebre democrático de 1973.

El encargado de leer el texto consensuado fue el presidente de la Cámara Alta, Juan Antonio Coloma (UDI), quien tomó la palabra luego de un minuto de silencio por todos aquellos fallecidos el 11 de septiembre de 1973.

“A nombre de la mesa del Senado y con la adhesión de todas las bancadas parlamentarias representadas en los comités, quiero leer la siguiente declaración a propósito de los 50 años del 11 de septiembre de 1973: Hace cincuenta años nuestra democracia se quebró. Un proceso doloroso, cuyas heridas aún no se cierran y que significó para todos, de uno y otro sector, el mayor fracaso institucional de Chile en el siglo XX”, dijo Coloma dando inicio a la lectura del escrito que no contenía conceptos como “Golpe” o “dictadura” o menciones explícitas a “Augusto Pinochet” o “Salvador Allende”.

“Respecto del pasado, probablemente hay una sola verdad compartida: todos, en algún grado y de alguna manera, por acción u omisión, contribuyeron a la destrucción de nuestra convivencia. Es imposible pretender que tengamos una visión común de la historia, las causas del quiebre, el proceso que lo antecedió, las opciones de entonces y los años que sucedieron al colapso”, añadió.

El presidente del Senado señaló que en estos cincuenta años hay “un aprendizaje compartido” y mencionó valores como la democracia, el estado de derecho, el respeto absoluto de los derechos humanos y “la convicción que ningún proyecto de transformaciones profundas puede impulsarse sin el acuerdo mayoritario de la sociedad y que ninguna diferencia puede llevarnos a perder el respeto esencial que nos debemos como parte de un mismo país”.

“Nunca podemos tratarnos como enemigos, nunca la violencia es alternativa a la solución racional de los desacuerdos, nunca la dignidad del ser humano puede subordinarse a ningún objetivo político”, expresó.

“Podemos ser acreedores del pasado, pero siempre seremos deudores del futuro. Hemos sufrido los costos de la incapacidad de quienes, en el siglo XX, tomaron el camino equivocado de la intolerancia, la violencia y la ideologización”, dijo Coloma, quien añadió que “en ese objetivo, el Senado tiene un rol y una responsabilidad insustituible, cargar el pasado con madurez y mirar el futuro con responsabilidad”.

Al terminar sus palabras, sólo hubo aplausos desde las bancadas de derecha. Sin embargo, finalizada la sesión especial que convocó la Cámara Alta para reflexionar sobre los 50 años del Golpe, fue la propia senadora Isabel Allende (PS), hija del fallecido Presidente Salvador Allende, la que salió a valorar el clima de la jornada. “Quiero partir por reconocer esta iniciativa que apoyaron todos los comités unánimemente. Marca una pauta: el tono y la forma en que el Senado de Chile es capaz de expresarse”, dijo Allende, quien agradeció a los que intervinieron en la jornada.

En la ronda de discursos por bancadas, a nombre del PC intervino la senadora Claudia Pascual, quien recordó a los legisladores que fueron víctimas y prisioneros políticos. “Ningún error justifica un Golpe de Estado”, indicó la legisladora quien agregó que resulta “frustrante” que la derecha hoy diga que la intervención militar era “inevitable”.

A su turno, el senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, cuestionó intentos por imponer una verdad oficial. Igualmente criticó al gobierno por no haber logrado convocar a un acto de unidad a todas las fuerzas políticas.

El senador PPD Ricardo Lagos Weber, en tanto, lamentó lo que definió como un “retroceso” de la derecha respecto de los avances en materia de reconciliación y reconocimientos que se habían dado desde 1990.

La senadora Allende, en tanto, fue mencionada en varias intervenciones, incluso de parte de algunos representantes de derecha, como el senador Evópoli, Luciano Cruz-Coke, quien se acercó a saludarla en señal de respeto a 50 años de la muerte de su padre.

Intensas tratativas

El contenido del discurso fue resultado de un proceso de conversaciones que involucró a todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara Alta: la UDI, RN, Evópoli, la DC, Demócratas, el PPD, el PS, el FREVS e, incluso, el PC y el Partido Republicano.

Para afinar el discurso, hubo reuniones el lunes, el miércoles y el viernes de la semana pasada. En el último encuentro, realizado a las 19 horas del viernes, Coloma leyó un borrador que recibió el beneplácito de los presentes.

Según una versión, una bancada de izquierda pidió que la declaración no se votara ni quedara registrada como un acuerdo formal corporación, independiente de que al final quedara como un texto consensuado para ser leído por Coloma.

Además, los representantes de las bancadas acordaron una suerte de “pacto de silencio” y no referirse al tema con el fin de no poner en riesgo la declaración.

Mayoritariamente los distintos grupos del Senado cuestionaban en privado la falta de entendimiento mostrada por los diputados y la incapacidad de La Moneda de haber liderado una reflexión reposada de todas las fuerzas políticas sobre el quiebre democrático de 1973.

La idea, explican algunos senadores, era marcar un claro contrapunto con el ambiente de beligerancia de la Cámara, donde este lunes 11 volvieron a registrarse incidentes, luego de que los diputados UDI decidieran intervenir en un homenaje a Salvador Allende, pero realizando críticas al gobierno de la Unidad Popular (UP).

Sin embargo, hasta este martes en la mañana había preocupación en el Senado de que las tensiones políticas, el tono de ciertos actos conmemorativos y las mismas declaraciones de algunos senadores en medios de comunicación pusieran en riesgo la jornada de reflexión.

De hecho, algunos senadores de oposición estaban molestos por el tono del acto, que encabezó el Presidente Gabriel Boric, donde -a juicio de ellos- se hizo una apología de la UP.

“Los discursos en La Moneda dejaron en claro el ánimo revanchista”, dijo el senador, Iván Moreira (UDI), quien si bien se restó de la sesión del martes, precisó que ello no implicaba desconocer el texto leído por Coloma.

Frente al riesgo de que el clima se incendiara, este martes en la mañana, Coloma volvió a desarrollar algunas conversaciones tratando de apaciguar los ánimos.

Inicialmente para el acto de este martes, los comités del PS y el PPD habían pedido realizar un homenaje institucional a Allende. No obstante, este planteamiento fue desechado para no polarizar el ambiente.

De todos modos, se acordó que tras la declaración de Coloma, todas las bancadas pudieran hacer uso de la palabra por al menos cinco minutos. Y así ocurrió. Ello permitía que los senadores de izquierda igualmente pudieran alabar la figura de Allende, en su calidad de exsenador, expresidente del Senado y, además, padre de una senadora en ejercicio (Isabel Allende).

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