Vladimir Putin y Kim Jong-un intercambiaron cálidas palabras este miércoles que solidifican su alianza en medio de la invasión rusa a Ucrania y la aguda escasez de alimentos y energía que sufre Corea del Norte, dos escenarios de los que podría resultar un acuerdo comercial.

Los dos líderes se citaron en el cosmódromo de Vostochny para una cumbre que demuestra que sus intereses se están alineando frente a las confrontaciones que mantienen, cada uno por su cuenta, y cada vez más intentas, con Estados Unidos. Las conversaciones duraron entre cuatro o cinco horas.

Putin adelantó que el dictador norcoreano visitará dos ciudades más en la región luego de la cumbre.

Las palabras de Kim

-”Necesitamos intensificar aún más la cooperación estratégica y táctica para garantizar la seguridad, garantizar una paz duradera tanto en la región como en todo el mundo”, dijo el líder supremo norcoreano, quien se refirió a su homólogo como “camarada Putin”.

-“El ejército y el pueblo rusos obtendrán sin duda una gran victoria en la sagrada lucha por el castigo de un gran mal que pretende la hegemonía y alimenta una ilusión expansionista”, indicó, en presunta alusión a la invasión a Ucrania, que Pyongyang podría reforzar con la venta de munición.

-“Esta visita desempeñará un papel importante en la transformación de nuestras tradicionales relaciones amistosas en una asociación estratégica inquebrantable”, dijo Kim, augurando un acercamiento histórico entre ambos países.

-“Siempre hemos expresado nuestro apoyo total e incondicional a todas las medidas tomadas por el gobierno ruso, y aprovecho esta oportunidad de nuevo para afirmar que siempre estaremos con Rusia”, reiteró.

-“Propongo brindar por la buena salud del querido presidente de Rusia, Vladimir Vladimirovich Putin, por las nuevas victorias de la gran Rusia y la amistad ruso-coreana sin fin”, puntualizó en la mesa.

Los elogios de Putin

-“Un brindis por el futuro reforzamiento de la cooperación y la amistad entre nuestros países”, dijo Putin, levantando su copa.

-“Un viejo amigo es mejor que dos nuevos”, remarcó Putin, quien recordó que las relaciones entre Rusia y Corea del Norte “se establecieron durante la lucha por la libertad de Corea en 1945, cuando los soldados soviéticos y coreanos aplastaron al ejército japonés uno al lado del otro”.

-“Actuamos en nombre de la paz, la estabilidad y la prosperidad de nuestra región común”, indicó, reforzando su postura de que la brutal a invasión a Ucrania se hace con un objetivo pacificador.

-”Hay posibilidades” de una cooperación militar con Corea del Norte, adelantó Putin, aunque reconoció que hay “limitaciones” en el marco de las reglas existentes. Pesan sobre Pyongyang varias sanciones internacionales y el propio régimen comunista mantiene una filosofía de autosuficiencia con la que se ha abstenido de realizar ejercicios militares con otras naciones aliadas.

-También, Putin ofició como “vendedor” de limusinas rusas Aurus, al mostrarle a Kim su coche. Se sentaron juntos en la parte trasera mientras el jefe del Kremlin le explicaba los detalles del vehículo, cuyo costo supera los 300.000 dólares.

El menu que sirvió Rusia

El menú del tardío almuerzo incluía ensalada de pato, esturión con setas y otras delicias, acompañadas con vino blanco de mezcla y un cabernet sauvignon, ambos de la casa rusa Divnomórskyoe.

Como entradas, la propuesta gastronómica del Kremlin fue de ensalada de pato con higos y nectarina, y dumplings de cangrejo de Kamchatka.

A continuación, se sirvió una sopa de carpa, seguida de un sorbete de bayas de espino amarillo.

El menú contemplaba dos opciones de plato principal: esturión con setas y patatas, y entrecot de filete marmoleado, con verdura asadas.

Para el postre la elección recayó en una selección de arándanos rojos con piñones de cedro y leche condensada.

(Con información de AFP, AP, EFE)

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