El director de la Agencia Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, se reunió en secreto con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, para advertirle sobre los planes militares de Rusia en las próximas semanas y meses, informó este jueves el diario The Washington Post.

“El director Burns viajó a Kiev, donde se reunió con sus homólogos de los servicios de Inteligencia ucranianos, así como con el presidente Zelensky, y reforzó nuestro continuo apoyo a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa”, declaró un funcionario estadounidense.

El jefe de la CIA hizo hincapié en la necesidad urgencia en el campo de batalla y reconoció que, en algún momento, la ayuda será más difícil de conseguir, tal y como han indicado las fuentes consultadas por el citado diario.

El equipo de Zelensky habría salido de la reunión con la impresión de que el apoyo de la Administración Biden “sigue siendo fuerte”, estimando que los 45.000 millones de dólares en ayuda al país aprobados por el Congreso el pasado diciembre durarán “al menos” hasta julio o agosto.

Kiev, en cambio, tiene menos certeza sobre la posibilidad de que el Congreso apruebe otro paquete de asistencia adicional, casi once meses después de que empezase la invasión, que se inició el 24 de febrero de 2022, por órdenes del mandatario ruso, Vladimir Putin.

El viaje se filtró a un mes de que se cumpla el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, sugirió durante la campaña electoral de los comicios de medio mandato del pasado noviembre que su partido bloqueará la ayuda enviada a Kiev por la Administración demócrata porque “no se le puede dar un cheque en blanco a Ucrania”.

En una histórica visita a Washington a finales de diciembre, Zelensky habló como invitado de honor ante el Congreso estadounidense y reivindicó en esa alocución que el dinero para su país no es caridad, sino “una inversión en la seguridad global y en la democracia”.

La visita de Burns se da en un momento de escalada en la guerra de Ucrania, con intensas batallas en el este del país, en la ciudad de Bajmut, donde se están produciendo numerosas bajas en ambos bandos.

Este jueves, Estados Unidos y varios países europeos anunciaron suministros sustanciales de vehículos blindados, artillería y municiones, en vísperas de una crucial reunión entre Kiev y sus aliados.

El Pentágono presentó una lista por 2.500 millones de dólares en suministros, incluyendo vehículos de combate de infantería Bradley, gran cantidad de blindados para transporte de personal, sistemas de defensa aérea Avenger, así como municiones grandes y pequeñas.

El Reino Unido anunció que enviará 600 misiles Brimstone; Dinamarca ofreció donar 19 howitzer Caesar de fabricación francesa y Suecia prometió su sistema de artillería Archer.

El anuncio de las armas llegó un día antes de que autoridades de unos 50 países, incluyendo los 30 miembros de la OTAN, se reunirán en Ramstein, Alemania, para discutir la ayuda para Ucrania.

Sobre la cita, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijo este jueves que Kiev espera “decisiones fuertes” y “un apoyo militar potente de parte de Estados Unidos”.

Por su parte, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, enfrenta presiones crecientes en Europa para autorizar la venta de tanques Leopard antes de la cita.

En el Foro Económico Mundial de Davos, Scholz dijo a congresistas estadounidenses que Alemania aportaría tanques pesados a Ucrania si Estados Unidos lo hacía, indicó a la agencia de noticias AFP un legislador estadounidense.

Entretanto, el Kremlin advirtió de una escalada del conflicto a “un nuevo nivel” si Occidente atiende los últimos pedidos ucranianos de armas de largo alcance.

(Con información de Europa Press, EFE y AFP)

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