Cuando los países más avanzados, tienen la mirada de que hay que reducir los impuestos, nosotros vamos en el sentido contrario, y el gobierno aún no se hace cargo de los fracasos que acumula e insiste en ello, como si el “pacto fiscal” que cambia de nombre a la “reforma previsional”,  fuese la tabla flotante al cual se aferra un náufrago antes de morir.

Por otra parte, el gobierno también tiene la esperanza de que su reforma previsional, postergada hasta después de la votación, algo que las personas no pidieron, con las falencias propias de la mirada estatista, donde sólo el estado es quien debe decidir que hacer y de que forma, sin pensar que las personas se manifestaron en contra de todo proceso de eliminar libertad, de no mantener el derecho a elegir administrador para los ahorros previsionales, como también el derecho a la herencia y principalmente a la propiedad de los mismos.

El tiempo pasa rápidamente, y cuando quienes están al mando de la nación, se concentran en que ahora no era tan mala la “Constitución actual”, si, esa que tanto despotricaron, que tanto les dolía, la de los 4 generales como dijo Boric, hoy es fantástica y requieren que continúe, y eso que los juegos panamericanos y los parapanamericanos terminaron, las volteretas continúan intactas.

El próximo 17 de diciembre otra vez es la fecha que nos divide como país, en la cual existen miradas diferentes, y muchas veces erradas de la verdadera realidad de lo que nos llevó a perder esa democracia, que hoy se cuestiona, cuando se pretende implementar medidas añejas, obsoletas, por una ideología fracasada, es esconder lo que muchos vivimos y que estos jóvenes del gobierno, sólo lo leyeron o se lo contaron distorsionado o con un sesgo ideologizado, con ese odio que les ha dado mucho rédito y que han hecho de las mentiras la forma de inducir un voto, desde el gobierno hasta la mujercita Onu, cuyo prestigio hace rato se fue al fango.

Nuestro país, está cansado de tantas votaciones, de tanta impunidad a delincuentes, de terrorismo que no se controla menos aún si no creen en él, de tanto inmigrante ilegal, y principalmente de tanta inacción de un gobierno que solo habla y no hace nada, que la falta de conocimientos de estos jóvenes con la “superioridad moral”, que cada día se derrumba y lamentablemente está costando vidas de inocentes, por no reconocer que no están capacitados para tremenda tarea, es como entregarle el volante de un auto a un niño como entretención sin medir las consecuencias de ese acto irracional, y que está dejando muchas víctimas en el camino.

Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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