Sorprendió, pero no tanto. Y la mirada mayoritaria no es positiva ante esta propuesta. Esa fue una de las primeras impresiones que tuvieron los expertos tributaristas y economistas a la hora de evaluar la propuesta de Hacienda de cumplimiento tributario que incluye la repatriación de capitales.

La propuesta de Hacienda busca abrir una nueva ventana para que los contribuyentes puedan repatriar capitales. En la reforma de 2014, se propuso también una medida como esta, en la que se entregó un año plazo -2015- para que los contribuyentes declararan bienes o rentas en el exterior, pagando una tasa especial de 8%. Aunque la expectativa inicial de recaudación ascendía a US$ 128 millones, el Servicio de Impuestos Internos reportó ingresos por US$1.502 millones en 2015 por este motivo.

Esta vez, la tasa será de 12%, se repetirá el plazo de un año y beneficiará a los contribuyentes domiciliados, residentes, establecidos o constituidos en Chile con anterioridad al 1 de enero de 2024 respecto de sus bienes y rentas que se encuentren en el extranjero, cuando habiendo estado afectos a impuestos en el país, no hayan sido oportunamente declarados y/o gravados con los tributos correspondientes en Chile.

Con la presentación de la declaración, se entenderá que los contribuyentes autorizan al Servicio de Impuestos Internos, a la Unidad de Análisis Financiero y cualquier otra institución u órgano del Estado que pudiera tener injerencia en lo que respecta a la declaración e ingreso de los bienes y rentas materia de la reforma para requerir a los bancos información específica sobre las rentas o bienes que se haya incluido en ella, quienes deberán entregarla sin más trámite que la solicitud de la respectiva institución, acompañada de copia de la citada declaración.

El proyecto de ley cita la experiencia anterior y señala que “en esa oportunidad, se abrió una ventana para registrar capitales durante el año 2015, obteniendo una recaudación equivalente a 0,63% del PIB”. Por ello, subrayan que ahora, de manera conservadora, se proyecta que la repatriación de capitales propuesta en esta oportunidad recaudará un tercio de lo ingresado en esa ocasión. Así, la recaudación sería de 0,21% del PIB durante el año 2024.

Los expertos tributarios y economistas toman distancia de esta medida. La califican como netamente recaudadora, pero que no tendrá los efectos que tuvo en 2015 incluso algunos prevén que la proyección que hace Hacienda es optimista. Esto porque el escenario político y económico no genera la misma confianza que hace 9 años.

Loreto Pelegri, socia del área Legal & Tax de PwC, sostiene que el proceso de repatriación de capitales ocurrido el año 2015 fue muy exitoso. Sin embargo, considera que el contexto en el que se plantea esta nueva repatriación de capitales “es bien distinto al anterior, hemos pasado un proceso de crisis social, con elementos refundacionales, e inestabilidad que aún existe tanto a nivel constitucional como tributario, en donde muchos contribuyentes cambiaron su domicilio o residencia al exterior y hubo una masiva salida de capitales, no por temas tributarios sino por temas políticos y debido a la crisis”.

Javiera Campos, directora de Tributación Internacional de CCL Auditores Consultores, comenta que “si bien en teoría parece ser una medida adecuada para facilitar la repatriación de la masiva fuga de capitales del país que ha ocurrido desde el estallido social, así como respecto de contribuyentes que por diversos motivos no se hayan sumado al proceso del año 2015, me parece que en el mercado hay recelo frente a una medida como esta en el escenario actual, donde la confianza y certeza jurídica son pilares fundamentales para que un proceso de repatriación de capitales tenga éxito”.

Luis Felipe Ocampo y Soledad Recabarren de Recabarren & Asociados entregan su visión. El primero sostiene que “la medida es de interés político porque el Estado necesita recaudar plata. Quizá si se planteaba un año atrás no hubiera prosperado pero, como se necesitan recursos, los que no se acogieron en 2015 al 8% sigue siendo conveniente regularizar esos recursos en 12%”. Subraya que el interés siempre estará entre quienes no lo han declarado, pero no está la misma confianza en el país ni en la clase política. No sé si este proceso será tan exitoso como el anterior”.

Mientras que Recabarren añade que “es una medida recaudatoria. Las personas que no hicieron la regularización en el proceso anterior, pueden ver en esta nueva ventana una oportunidad, porque el mercado empieza a ser cada vez más transparente, por lo que tener platas negras no es fácil. De hecho, los bancos exigen que los recursos estén regularizados”.

Para Ignacio Gepp, socio de Puente Sur, “es una medida recaudatoria y probablemente sea percibida así”. Comenta que si se “mira como política tributaria parece ser poco serio ofrecer estas ventanas para recaudar en lapsos de tiempo tan corto”.

Matías Kunstmann, abogado socio fundador de KunstmannSpiess, acota que “evidentemente la percepción de riesgo político es distinta que en 2015, por lo que estimo que el interés en regularizar la situación de capitales en el exterior dependerá en gran medida de si la norma exige la repatriación efectiva de los mismos. En caso que, como fue el caso del 2015, la norma no exija la repatriación de los fondos, es probable que el interés en esta iniciativa sea mayor”.

Una posición más contraria a esta medida es la que plantea Andrés Alessandri, socio de Mena Alessandri y Asociados, quien argumenta que “las amnistías por definición debieran ser excepcionales y únicamente cuando existan circunstancias que la justifiquen. En ese sentido, hacer de las amnistías tributarias una política pública recurrente y únicamente con fines recaudatorios es una mala medida”.

El experto añade que el actual contexto político económico tampoco incentiva una regularización de capitales. “No existen cambios regulatorios que incentiven la regularización como si los hubo el 2015 con la entrada en vigencia de los intercambios automáticos de información financiera”. Y Adicionalmente, dice que “la situación interna en Chile tampoco favorece la repatriación”.

Y el economista Patricio Rojas, de Rojas y Asociados, anticipa que recaudación proyectada por Hacienda “es optimista”. Para el experto, “es probable que sea menos que ese monto, ya que una parte importante de esos capitales ya ingresaron y lo otro es que el escenario local no es atractivo para traer capitales a Chile, sino que lo más probable es que se quieran quedar fuera del país”.

/psg