Habrá un nuevo integrante del consejo y una nueva vicepresidenta. Claudio Soto y Stephany Griffith-Jones respectivamente. Esos dos ingredientes adicionales tendrá la primera Reunión de Política Monetaria (RPM) que comienza este martes y concluye el miércoles.

A nivel de expectativas, se han ido consolidando la visión de que el escenario macroecónomico permitirá una fuerte baja en la tasa de interés que hoy se ubica en 8,25%. Algo de este cambio de escenario que se deberá reflejar en el comunicado que emita el instituto emisor el miércoles a las 18 horas, había adelantado el consejero del BC, Alberto Naudon, quien señaló en una presentación en Londres que “después de un período de alta inflación y una economía sobrecalentada, estamos “volviendo a la normalidad”.

Por ello, mencionó que se espera que la economía crezca alrededor de su tendencia que es 2%. Y por lo mismo, proyectó que la “inflación alcanzará el 3% durante la primera parte de este año”.

Asimismo, fijo una trayectoria para la Tasa de Política Monetaria (TPM), la que, según Naudon, se debería ubicar a fines de 2024 en un nivel cercano a la tasa neutral, es decir, en torno a 4%.

Ahora, entre los argumentos que mencionan los economistas está precisamente el hecho que la inflación ya va en retirada y se espera que llegue en 3% antes que termine el primer semestre. A ello se suma que después de la reunión de enero, la próxima instancia será a principios de abril, por lo que habrán pasado dos meses sin movimientos de tasas. Eso podría implicar un riesgo si los registros inflacionarios de enero y febrero son bajos.

Todos esos mensajes fueron siendo absorbidos por los economistas, quienes ven cada vez probable una baja no menor a 100 puntos base en esta reunión.

Aunque en una una entrevista con Pulso Domingo, el expresidente del Banco Central, José De Gregorio, afirmó que, si él estuviera en el consejo, reduciría la TPM entre 200 a 250 puntos base, cree como escenario probable un ajuste de entre 100 a 150 puntos base.

En una posición similar se ubica el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, quien sostiene “la economía se mantiene lenta creando poco empleo, y con una inversión bastante floja, por lo que no cabe duda que el BC tendrá que realizar un fuerte movimiento”. En ese contexto, sostiene que “el mercado está esperando 100 puntos, pero yo esperaría que fuera de 125 puntos base, ya que no tiene reuniones hasta abril, por lo tanto, el BC tiene los antecedes para un movimiento más agresivo, incluso llegar a 150 puntos base”. Para fines de año, considera que un nivel adecuado es uno que se acerque a 4,5%.

Juan Ortiz, economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP) también espera un ajuste de 100 puntos base. “Para el cierre del año, estimamos una TPM en línea con la TPM neutral, es decir, en a 4%”.

Otra visión es la que entrega la economista principal de Bci, Francisca Pérez, quien también anticipa que el ajuste monetario será de 100 puntos base. Entre los argumentos que entrega para esperar esta baja, Pérez subraya que “la inflación terminó cediendo en 2023, más de lo esperado por el mercado y el mismo IPoM de diciembre”. Asimismo, dice que “las diferentes medidas de expectativas inflacionarias se encuentran ancladas a la meta del 3% al horizonte de proyección, e incluso así lo hacen ver en el corto plazo”.

Otro factor que enumera es que “la cuenta corriente habría terminado con un déficit de 3,7% del PIB. Todos indicadores muestran que los desequilibrios macroeconómicos vividos ya están casi completamente superados. Por lo que es necesario que la TPM continúe disminuyendo con fuerza y se ubique cada vez más cerca de su nivel neutral, de 4,5% a fines de año”.

Pavel Castillo, economista y gerente de Intelligence en Corpa, también se suma a quienes apuestan por los 100 puntos base. “Esto es debido a la estabilización de la inflación, que parece haberse consolidada con un número negativo en el último reporte. Además, la actividad sigue lenta y una baja en la TPM puede ayudar a dinamizar la economía”.

Y desde Santander prevén que, en “la primera reunión del año, el consejo reduciría la tasa en 100 punto base. En las siguientes reuniones el ritmo de recortes continuaría, aunque con una menor magnitud, hasta alcanzar 4,5% a fines de año”.

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