“Voy a apagar el teléfono durante una semana. Estoy segura de que eso es todo lo que puedo hacer. Y simplemente relajarme”, le había adelantado Margot Robbie al medio estadounidense The Hollywood Reporter horas antes de la ceremonia de los premios Oscar. Tras un 2023 muy atareado para la actriz australiana -que incluyó la promoción y posterior temporada de premios como protagonista y productora de la película Barbie-, un destino patagónico pareció la mejor opción para desconectar.
Robbie fue fotografiada por la mañana en el Aeropuerto Internacional General Enrique Mosconi, ubicado en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia. Con un pantalón ancho color beige, una polera negra, una gorra naranja y un barbijo le cubría gran parte de su cara, intentó pasar desapercibida, pero fue fotografiada por las cámaras del medio local ADNSur.
La siguiente parada que realizó la actriz fue en uno de los más reconocidos restaurantes de la ciudad patagónica, situado sobre el océano Atlántico: el IN Bar & Dinning Room de Rada Tilly, señalado por la gente del lugar como propiedad del empresario Cristóbal López. Fue el esposo de la actriz, Tom Ackerley, quien hizo la reserva en el lugar dos días atrás. Junto a un grupo de amigos, la pareja degustó, y disfrutó de un banquete típico de la zona: merluza negra, cordero patagónico y lomitos de guanaco.
Este miércoles, en tanto, Robbie, Ackerley y las tres parejas de amigos que viajaron junto a ellos, se trasladaron hasta “La Soplada”, la cabaña de Francis Mallmann ubicada en corazón del Lago La Plata, en el extremo oeste de la provincia de Chubut. “En el interior se respira un aire de sencilla elegancia, tiene estanterías repletas de libros, se escucha la leña crepitante en la chimenea y cuenta con seis acogedoras habitaciones”, dice el sitio plansouthamerica.com, una de las plataformas que ofrece la propuesta. Allí la desconexión es total: no tiene señal de teléfono celular ni servicio de wifi.
Se vende como una experiencia de lujo. El título, en el portal de turismo, es prometedor: “Cocina salvaje con Francis Mallmann”. La propuesta sólo acepta grupos pequeños, con un máximo de ocho pasajeros. Y el precio de la experiencia, todo incluido desde que el cliente pone un pie en Ezeiza, es de 14 mil dólares por persona. Ahora mismo se están vendiendo lugares para el mes de abril. La estadía en la isla es de 7 días y 6 noches. Y lo más preciado por los visitantes, además del imponente paisaje patagónico, son las cinco clases de cocina que ofrece Mallmann.
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