La actividad económica cerró el año pasado con un leve crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) 0,2%, y con ello, las expectativas del mercado para 2024 se acercaron a 2% e incluso el ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que las proyecciones poco a poco se irán aproximando al 2,5% que el gobierno tiene previsto para este año.

Otra señal positiva con la que se inicia este año es que el Índice de Incertidumbre Económica que elabora el Banco Central se ubicó en niveles similares a los que había en septiembre de 2019, previo al estallido social. En ese entonces, el índice estuvo bajo los 110 puntos. De allí en más comenzó a subir y ya en noviembre de ese año superó los 200 puntos. Otro hito se marcó en marzo de 2020 cuando la pandemia del Covid llegó al país generando sus primeros impactos económicos superando los 300 puntos. En abril superó los 400 puntos y hasta agosto de 2020 se mantuvo rondando los 350 puntos. Luego en agosto de 2021 volvió a bajar de los 200 puntos hasta que en septiembre de 2021 nuevamente subió hasta que en noviembre de ese año cruzó otra vez la barrera de los 300 puntos en medio de la recta final de la primera vuelta presidencial.

El peak de este índice se alcanzó el 23 de marzo de 2022 registrando 464 puntos en medio del proceso de instalación del actual gobierno en La Moneda. Y ahora, en marzo de este año, bajo de los 100 puntos y el 15 de marzo cerró 113,16 puntos.

¿Qué mide este índice?

De acuerdo al Banco Central este índice de incertidumbre económica utiliza información obtenida desde cuentas de Twitter (ahora X) en temas relacionados con la economía, políticas económicas, incertidumbre acerca de eventos particulares, y la contingencia económica en Chile. Según se detalla, la metodología utilizada muestra aumentos significativos que coinciden con varios episodios locales e internacionales que provocaron niveles extraordinarios de incertidumbre económica en Chile, especialmente luego de los eventos en torno a las protestas de mediados de octubre 2019 y la pandemia del COVID-19 a mediados de marzo 2020. Esta metodología fue inicialmente diseñada por los economistas del Banco Central Juan Sebastián Becerra y Andrés Sagner.

Los argumentos de los expertos

Para los economistas uno son varios los factores que explican la menor incertidumbre, pero las fundamentales son temas políticos que generaron impacto en lo económico y que ahora no están presentes. Uno de ellos es programa inicial del gobierno de Gabriel Boric que era considerado como “refundacional”, pero que poco a poco se fue moderando. Lo segundo es el cierre de los dos procesos constitucionales y el giro de la agenda del Ejecutivo hacia el crecimiento económico.

Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, sostiene que se acabó la incertidumbre respecto a algunos temas como los cambios refundacionales, como los temas constitucionales. Eso ya no está presente. Fueron eventos políticos con impacto en lo económico”. Sin embargo, para el economista, “el país mantiene un grado de incertidumbre en el hecho de cómo se volverá a crecer”.

Una visión similar entregó el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann: “Detrás de esta menor incertidumbre se evidencia que hoy día no existe espacio para políticas disruptivas. Para avanzar en reformas se requiere de acuerdos, entendiendo el balance de fuerzas que hay en el Congreso”.

No obstante, para Lehmann, esto “no significa, sin embargo, que no estemos pagando aún enormes costos derivados del estallido social, asociados a un debilitamiento de las instituciones, menor profundidad del mercado de capitales y un potencial de crecimiento y desarrollo que reconoce un deterioro”.

El economista argumenta que existen también impactos internacionales: “Se reconocen también factores externos, como es el hecho de que la inflación global ha ido disminuyendo y los riesgos de un escenario de recesión en Estados Unidos se han disipado. China, al mismo tiempo, comienza a mostrar alguna recuperación, lo que ha contribuido a elevar el precio del cobre, que bien sabemos tiene una gran importancia para nuestra economía”.

Alejandro Fernández, economista de Gemines, lo primero que menciona es que le “sorprende” esta evolución del índice de incertidumbre, puesto que no considera que “las condiciones actuales del país sean comparables a las vigentes antes de octubre de 2019, pero no se puede negar que se ha producido una serie de eventos en los últimos años que justifican una reducción de la incertidumbre”.

En particular, el experto enumeró una serie de eventos, entre ellos, “la derrota del proyecto constitucional refundacional el 4 de septiembre de 2022, lo que fue un hito importante para explicar la disminución en la incertidumbre. El cierre, temporal al menos, de los intentos de cambio constitucional (con el segundo rechazo) también ayuda”.

También menciona como causas políticas “el giro más pragmático del Presidente Boric y la mayor influencia en la gestión administrativa de los sectores más moderados del gobierno”. Y en lo económico, “la vuelta a un escenario más normal” con equilibrios macroeconómicos más estables, aunque precarios y el próximo fin del ciclo de ajuste monetario”.

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