La crisis que atraviesa la Siderúrgica Huachipato y las medidas que se han implementado -y se buscan profundizar- para permitir la sobrevivencia de la empresa, mantener los 22 mil empleos que de ella dependen y evitar un terremoto económico en la Región del Biobío, encuestran distintas acogidas de parte del mundo empresarial.

Han pasado 12 días desde que la compañía del grupo CAP informó que suspendería indefinidamente sus operaciones producto de los efectos de la competencia «desleal» de parte de importadoras de acero chino y las «insuficientes» sobretasas arancelerarias provisorias que aplicó el Gobierno, tras acoger las recomendaciones de la Comisión Antidistorsiones, y las incógnitas sobre el futuro de la firma continúan.

Algunos economistas han expuesto sus reparos respecto a intentar mantener viva a una empresa «ineficiente», mientras que otros aseguran que el mal desempeño de Huachipato -que se reflejó en perdidas por US$385 millones el año pasado- se subsana implementando medidas suficientes para equilibrar la competencia. Debate que también se está dando al interior del mundo empresarial, siendo el sector agrícola especialmente críticos con imponer aranceles al acero de origen chino, producto de posibles efectos indeseados que aquello podría provocar.

Mientras que tanto Huachipato como las autoridades del Biobío perseveran con que el Gobierno aplique salvaguardias permanentes de un 25% para importaciones de barras de acero y de un 33% para bolas, además de otro tipo de medidas, y así luchar contra el «dumping» chino.

Las posturas

Los primeros en manifestar sus críticas a estas medidas fueron los exportadores de fruta, agrupados en el gremio Frutas de Chile (ex Asoex). Su presidente, Iván Marambio, sostuvo que «vemos con preocupación el avance de iniciativas que apuntan al establecimiento de medidas proteccionistas, pues envían señales confusas a nuestros socios comerciales».

«No apuntan a entregar una solución real», manifestó.

A ellos, luego, se sumó el principal gremio agrícola del país: la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). Su también presidente, Antonio Walker, expuso que «nos preocupa que la decisión de la Comisión Antidistorsiones de recomendar una sobretasa a la importación de bolas y barras de acero desde China, aparentemente, se haya tomado en base a criterios políticos y no técnicos, según se desprende de la votación de la instancia», considerando que los representates del Banco Central y la Fiscalía Nacional Económica (FNE) votaron en contra de la medida.

Lo anterior, subrayó, «es delicado porque podría lesionar nuestra relación con China».

Por último, dijo que «una medida que no se sustenta en elementos técnicos podría impactar en la imagen de Chile, entregando una mala señal a nuestros socios comerciales. Además de ir en sentido contrario a nuestros esfuerzos por abrirnos al mundo, podría afectar la competitividad de nuestro país en mercados estratégicos donde hemos construido importantes políticas de cooperación».

Una mirada que no fue compartira por Susana Jiménez, vicepresidenta de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), quien remarcó que «tenemos una institucionalidad que es la Comisión de Antidistorsiones que analizó el tema, probablemente va a tener que revisar ese análisis que hizo ya con datos más consolidados, y tenemos que acoger esa recomendación o esa resolución».

Sin embargo, respecto a las acusaciones que realizaron desde el mundo agrícola, Jiménez aseveró a Emol que «hablar de medidas proteccionistas es aventurado, porque tenemos un sistema que es la Comisión de Antidistorsiones que lo que busca es compensar medidas anticompetitivas que se toman desde el exterior, y por lo tanto uno espera que cuando recomienda sobre tasas, lo haga justamente para proteger la competencia».

«Entonces, en ese contexto creo que tenemos que ser responsables de la decisión que ahí se tome, tanto en forma provisoria como después permanente, y en el intertanto, sin lugar a dudas, ir desarrollando medidas de mitigación y reduciendo el impacto que va a haber en la región (del Biobío)», complementó.

En tanto, Rosario Navarro, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) comentó a Tele 13 Radio hace algunos días que el ministro de Economía Nicolás Grau, «le toca una tarea compleja».

«Para nadie es una buena noticia que se cierren empresas, y más todavía una empresa emblemática que está en una región que ha tenido un deterioro importante».

«Más de 20 mil empleos se verían afectados, y el desarrollo industrial del Biobío también tiene un tema gravísimo si esto llega a ocurrir. Pensando a futuro la región requiere más inversión, más innovación y espero que esta conversación que está teniendo el ministro respecto a los potenciales negocios de futuro con una empresa como Huachipato lleguen a buen puerto», manifestó.

Y agregó que «los trabajadores estaban movilizados y ahí se está incubando algo muy potente. Hay que estar atentos», e insistió que «no es una buena noticia para nadie que se cierre una empresa».

A su vez, el presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Fernando García planteó los principales problemas que a la industria le impiden ser competitivas.

En ese sentido, hizo referencia a una reciente encuesta realizada a las empresas del rubro en la que se concluyó que la sobrevivencia de esta industria está puesta en duda.

«Las empresas del sector ven un riesgo claro de desaparición de la industria metalúrgica metalmecánica, principalmente por la falta de políticas públicas adecuadas que les permitan competir», afirmó García.

Y alertó por el impacto que ello generaría en la economía al ser un sector que otorga empleos. «El salario promedio que nuestras empresas socias entregan a sus colaboradores es de $1.100.000», acotó el presidente de Asimet.

Por último, el presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Jorge Welch, sostuvo que «la respuesta probablemente va más que salvar, es entender muy bien lo que está pasando, porque si efectivamente se está dando el caso de que hay un dumping por parte de China, evidentemente que hay que proteger y hay que nivelar esa cancha».

En ese sentido, explicó a Emol que están esperando ver cuáles son las conclusiones de la Comisión Antidistorsiones, porque «es importante entender que una industria como esa no puede competir si está haciendo dumping y todo el daño que se puede generar en la región».

«Asech siempre ha promovido el tener una cancha pareja, y la cancha pareja no es tener ventajas injustas, sino que es competir de igual a igual con el que sea, ya sea en un frente doméstico o internacional. Y eso pasa por tener muy claro que cuando uno compite, compite en igualdad de condiciones. Por lo tanto, proteger por proteger, no», cerró.

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