El Banco Central entregó una nueva foto de lo que fue el desempeño de la economía durante el 2023. Tras informar hace un tiempo que la economía finalmente cerró con un alza del Producto Interno Bruto en un 0,2%, así evitando la recesión en un año donde existían miradas de que una contracción en la economía nacional sería clara. Ahora, el ente emisor publicó la evolución del ahorro, la inversión y el financiamiento sectorial en el año 2023.

En el informe de cuentas nacionales por sector institucional, el Banco Central resaltó que, en el 2023, el ingreso nacional y el consumo crecieron 6,7 % y 3,2 % anuales, respectivamente, con lo que el ahorro de la economía chilena llegó a 19,4% del PIB, mayor en 2,5 puntos porcentuales respecto al cierre del año anterior.

“Este resultado se explicó por el aumento del ahorro de los hogares y de las empresas no financieras, lo que fue parcialmente compensado por la disminución del ahorro del gobierno general y de las sociedades financieras”, explicó el ente rector por medio de su informe.

En el texto, el Banco Central también apuntó a que, “el mayor ahorro de la economía, sumado a una tasa de inversión bruta (que incluye variación de existencias) de 23,0% del PIB e inferior en 2,6pp. respecto al año 2022, determinaron una necesidad de financiamiento de 3,6% del PIB, inferior en 5,1pp. en relación con el cierre anual anterior”.

En el documento se destaca que los hogares “cambiaron de necesidad a capacidad de financiamiento en el periodo”. Además, los hogares, estos registraron una capacidad de financiamiento de 2,6% del PIB, superior en 5,5pp. con respecto al año 2022. “Esto se reflejó principalmente en una mayor inversión de efectivo y depósitos, un mayor flujo neto de la reserva de seguros y pensiones, y en una menor contratación de préstamos”, dijo el Banco Central en su informe.

En tanto, las empresas no financieras redujeron su déficit y registraron una necesidad de financiamiento de 4,2% del PIB, inferior en 5,3pp. con respecto al año previo. Un escenario que, según explicó el ente rector, se “materializó en una mayor inversión en efectivo y depósitos, un mayor flujo neto de acciones y otras participaciones, y un menor financiamiento mediante préstamos”.

En sentido contrario, el gobierno general cerró con déficit y presentó una necesidad de financiamiento de 2,1% del PIB. “Esto representó un deterioro de 3,2pp., pasando así de superávit a déficit con respecto al año 2022. En términos financieros, este déficit se reflejó en un menor flujo en títulos —asociado a una menor inversión— y a la disminución del efectivo y depósitos”, explicó el Banco Central.

Mientras que, las sociedades financieras disminuyeron su capacidad de financiamiento. En detalle, las sociedades financieras disminuyeron su capacidad de financiamiento a 0,2% del PIB, inferior en 2,5pp. en comparación al 2022, asociado mayormente a un menor flujo neto de préstamos.

Dentro de las sociedades financieras, el ente rector en su informe detalla que los bancos comerciales y cooperativas registraron una capacidad de financiamiento que se situó en 1,4% del PIB, la cual fue 2,6pp. menor en comparación al año 2022. “Esta disminución se explicó por un deterioro de 6,1pp. del flujo neto de préstamos, los cuales fueron compensados en parte por un alza del efectivo y depósitos”, apuntó el informe.

“La deuda de los bancos comerciales y cooperativas se ubicó en 98,6% del PIB, siendo esta menor en 4,3pp. respecto del año previo. Por instrumentos, el descenso obedeció al menor saldo en depósitos —principalmente de agentes externos, seguido de Hogares y Fondos de pensiones—, y títulos. En términos de saldo, la deuda creció 2,3% anual”, añadió.

Los fondos de pensiones registraron un inversión que fue levemente mayor a la alcanzada en 2022. En concreto, los fondos de pensiones presentaron flujos de inversiones equivalentes a 3,3% del PIB —superior en 0,3pp. al año 2022—, dentro del cual se destacó el aumento del flujo de acciones y cuotas de fondos emitidas en el exterior, en contraste a la caída del flujo de bonos emitidos en Chile.

“En tanto, el patrimonio de los fondos de pensiones se incrementó en 2,0pp. en términos anuales, situándose en 63,0% del PIB. En relación con los instrumentos que conforman la cartera de los fondos, el aumento obedeció al alza del saldo en acciones y cuotas de fondos, compensado en parte por los menores saldos en bonos, y en efectivo y depósitos”, complementó.

Las deudas por sector

En cuanto al endeudamiento sectorial, las empresas no financieras presentaron un saldo de deuda que creció 4,1% respecto de lo registrado el año previo, asociado a un incremento de la deuda externa. Sin embargo, su ratio de deuda como porcentaje del PIB fue de 98,0%, 2,6pp. inferior en relación con el año anterior, dado el mayor crecimiento del PIB respecto de la deuda del sector.

Por su parte, la deuda de gobierno presentó un crecimiento anual de 11,9%, explicado por un aumento de las emisiones de bonos en el mercado externo y en el local, alcanzando una ratio de 37,7% del PIB, superior en 1,7pp. respecto al año 2022.

Finalmente, en los hogares, el total de pasivos aumentó un 6,3 % respecto al año anterior por la deuda bancaria hipotecaria; pero la deuda de los hogares como porcentaje del PIB fue de 48,8 %, inferior en 0,2 pp. respecto al año anterior, por el mayor crecimiento del PIB.

En el ámbito de las posiciones financieras netas (diferencia entre activos financieros y pasivos, según explica el Banco Central), la economía en su conjunto aumentó su posición deudora frente al resto del mundo en 0,4pp., alcanzando un 20,1% del PIB. Un escenario que respondió al aumento de la posición deudora en títulos por parte del gobierno general y de los préstamos por parte de las sociedades financieras.

Por otro lado, las empresas no financieras disminuyeron su posición deudora en 2,5pp., principalmente por el menor saldo en sus pasivos y los hogares aumentaron su riqueza financiera neta en 0,2pp., por un mayor saldo mantenido en los fondos de pensiones, respecto al año 2022.

/psg