El 3 de mayo fue publicada la investigación respecto al impacto de la campaña de vacunación en Chile (Direct impact of Covid-19 vaccination in Chile), la cual estuvo a cargo de investigadores del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) y el doctor Mauricio Canals, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, quienes observaron una importante mitigación de la enfermedad, gracias a las campañas de inoculación.

Dentro de los hallazgos, el estudio concretamente estima que, durante las campañas de 2021 y 2022, la vacunación evitó 1.030.648 de casos, 268.784 hospitalizaciones, 85.830 ingresos a Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y 75.968 muertes relacionadas con Covid-19 en personas de 16 años o más.

Utilizando como método la comparación de incidencia de eventos entre aquellos que estaban vacunados y quienes no, las cifras se traducen en una reducción (desde los 16 años) del 26% en casos, 66% en hospitalizaciones, 70% en admisiones UCI, y 67% en muertes.

El doctor Mauricio Canals señala a La Tercera que “hasta antes de este estudio, se podía decir que había sido bueno o malo, pero ahora podemos tener los números, de tal manera que evaluamos la campaña de vacunación como una exitosa”.

En 2021 Chile inició el proceso de vacunación masiva. Antoine Brault, doctor en Matemática de la Universidad Paul Sabatier Toulouse III y parte del equipo de investigación, explica que durante la pandemia del Covid, “Chile fue uno de los primeros países del mundo en vacunar masivamente a su población”.

La clave fundamental de la campaña recayó en la rapidez de acción, esto en cuanto a la compra de vacunas y la alta cobertura que alcanzó. Para finales de 2021 el 84% de la población había sido vacunada con al menos una dosis, porcentaje que aumentó con el transcurso del tiempo, llegando a octubre de 2023 al 94% (desde los 18 años que habían completado la vacunación primaria).

La medida más aceptada fue la aplicación de la segunda dosis, que es precisamente la que logró una mayor cantidad de eventos evitables, lo que se traduce en una cantidad de habitantes mayor a los 14 millones.

Otro factor que jugó a favor del proceso es la cultura de vacunación en el país, que se da desde el nacimiento del Instituto Bacteriológico: “Chile tiene una cultura de vacunación desde que apareció la ley de vacunación obligatoria. En cuanto lo solicitó el Estado, rápidamente la gente se vacunó y alcanzó una altísima cobertura de vacuna”, dice Canals.

Conforme las cifras, el grupo etario sobre los 55 años, quienes representan el 30% de la población, representó la mayoría de las hospitalizaciones, ingresos a UCI, y muertes evitadas.

El equipo de investigación destacó la estrategia de la campaña respecto a la priorización basada en la edad, ya que de esta forma se puedo colocar más atención a las poblaciones más vulnerables y reducir la carga general sobre los sistemas de salud.

A pesar de que las críticas a otros aspectos de manejo epidemiológico, como la efectividad de las cuarentenas dinámicas y la relajación de medidas sanitarias, desde el punto de vista de la vacunación, Canals considera que es bastante claro que se produjo un muy buen efecto, reforzando la idea de que en la cultura de la salud pública lo importante es prevenir, remarcando el rol fundamental que juegan las campañas de inmunizaciones para evitar las enfermedades infecciosas.

Según cifras del Minsal, hasta finales de 2023, se reportaron más de 5,3 millones de casos Covid, y 62 mil muertes por este.

Actualmente se encuentran en circulación la variante ómicron, que a su vez presenta algunas subvariantes con sus distintas cepas (mayoritariamente la cepa XBB1.5 y la BA2.86).

Con la emergencia de las variantes, pese a la disminución en la tasa de mortalidad, sí se ha evidenciado un aumento en la transmisibilidad de la enfermedad.

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