En abril de 2022, Felipe Berríos, el fundador de Techo, fue denunciado en la Compañía de Jesús por “hechos de connotación sexual”. En agosto de ese año, la investigación previa canónica realizada a partir de esa presentación determinó que las acusaciones su contra resultaron “verosímiles”. Frente a ello, el Vaticano instruyó a los jesuitas un proceso administrativo penal en contra de la figura de mayor conocimiento público de la congregación.

Dante Simón, vicario judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, fue designado para evaluar las pruebas y argumentos recogidos en la investigación previa canónica realizada por la abogada María Elena Santibáñez, recabar eventuales nuevos antecedentes y recibir la defensa del acusado.

Finalizada su labor, este viernes la Compañía de Jesús emitió un comunicado, en el que señalan que “luego de un largo proceso canónico, el padre general de la Compañía de Jesús, tras haber estudiado los antecedentes recopilados, ha decretado la expulsión de Felipe Berríos de la Compañía de Jesús”.

“Al mismo tiempo y con el mandato del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, le ha prohibido el ejercicio público del sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años. Ambas sanciones podrán ser apeladas”, señalan.

Si bien Berríos había presentado su renuncia a la Compañía de Jesús, no había solicitado la dimisión.

La congregación religiosa católica informó además que tanto las víctimas como el sacerdote ya fueron notificados de esta decisión.

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