Si bien son llamativos, este tipo de incendios son más recurrentes de lo que se cree. Un video publicado en redes sociales mostró un foco de incendio subterráneo, justo al medio de un camino que conecta Quillón con Nueva Aldea, en la Región de Ñuble. Todo esto, bajo el preocupante incendio forestal que afecta a cerca de 40 focos a entre las regiones del Maule y Biobío y que hasta ahora ha consumido a más de 14 mil hectáreas. ¿Cómo se provocan este tipo de siniestros subterráneos y qué factores influyen para que el fuego emerja desde las profundidades del suelo?

Antes que todo, es necesario explicar que el fuego tiene varias formas de propagación. La primera es la más conocida, como una expansión superficial, y por otro lado el fuego se expande por vía aérea, a través de las copas de los árboles. Pero además, un foco muy importante de propagación del fuego es por vía subterránea, que depende del material disponible que se encuentre bajo el suelo y qué tan seco esté dicho sustrato.

Según explica Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica y académico de la Universidad San Sebastián, explica que bajo el suelo existen materiales que pueden fomentar la propagación del fuego. Es un foco que muchas veces no tiene llama, por lo que aumenta su peligrosidad ante su silencioso avance. “No olvidemos que por debajo hay raíces y otro material que puede combustionar. Por ahí es donde el incendio subterráneo se puede propagar, y muchas veces es una de las principales causas de rebrote”, agrega.

Esencialmente estos incendios son facilitados por la magnitud del incendio de superficie, lo cual la temperatura es transmitida al sustrato y la materia orgánica subterránea, como hojas muertas, restos de madera e inclusive las mismas raíces de los árboles, funcionan como combustible. “Además, es importante tener en cuenta las condiciones del suelo. En Chile tenemos varias zonas donde los suelos son de origen glaciar y de tipo volcánico. Según el ripio que tengan estos suelos se genera una estructura impermeabilizante que hace que el fuego quede confinado a ciertas zonas y alcancen altísimas temperaturas de hasta 600°C”, complementa Salucci.

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