La salida de capitales de Chile de empresas y personas comenzó a ser noticia en 2020. Tras el estallido social de octubre de 2019, la incertidumbre política se mantuvo presente todo ese último trimestre de ese año lo que generó efectos en lo económico. Uno de ellos, se reflejó en que los capitales, que son activos financieros o dinero salieron rápidamente del país buscando destinos más seguros.

De acuerdo al Banco Central, en el primer trimestre de 2020 salieron del país US$3.018 millones. Ese ejercicio terminó con un monto total de salida de capitales por US$9.691, siendo el mayor en los últimos 14 años.

Desde ese primer trimestre de 2020, las cifras para los mismos primeros trimestres de cada año se alejaron de ese monto, y han fluctuado entre US$3.018 millones y US$ 2.591 millones, siendo esta última la registrada este primer trimestre de 2024.

El año pasado, el Banco Central informó de manera preliminar que salieron del país US$2.086 millones. Sin embargo, luego de la revisión de cuentas nacionales que hizo el BC, la cifra bajó fuertemente a sólo US$696 millones, siendo la cifra más baja desde 2017.

¿A qué se debió?

Según explicó el Banco Central, en línea con la política de publicaciones y revisiones de las estadísticas de Balanza de Pagos, el 18 de marzo de este año se publicaron las cifras revisadas de la balanza de pagos, para el período 2021-2023, en virtud de la incorporación de nueva información y antecedentes actualizados.

En lo que corresponde a la cuenta financiera, en términos generales, las revisiones responden a la recepción de nueva información del Compendio de Normas de Cambios Internacionales (CNCI) e información financiera de instituciones financieras y no financieras.

En particular, el BC menciona que “en lo que respecta a la inversión de cartera en monedas y depósitos de los activos de empresas no financieras y hogares, la información recogida en la primera versión del año 2023, indicaba salidas de capital por US$2.086 millones. Luego, con ocasión de la revisión del año, que incorporó nueva información correspondiente a inversiones en el exterior y el saldo de dicha partida se ubicó en US$696 millones”.

La definición clásica de salida de capitales es cuando activos y/o dinero salen rápidamente de un país, debido a un suceso con implicaciones económicas, como, por ejemplo, el alza de impuestos sobre el capital o una situación complicadas de la política de un país alterando las expectativas de los inversionistas.

Para tener un orden de magnitud, desde 2020 a 2023 han salido capitales por US$20.583 millones, mientras que entre 2010 y 2019 el monto acumulado fue de US$13.204 millones. Ahora bien, si se analiza el comportamiento de los primeros trimestres, entre 2010-2023, el promedio es de US$1.056 millones, siendo menor monto del primer trimestre de 2024 que fue US$2.591 millones.

La explicación de los expertos

Para los especialistas, la salida de capitales se mantendrá en un nivel superior al promedio de los años previos al estallido social. Esto porque más allá de que haya disminuido la incertidumbre política y económica, las empresas como las personas preferirán mantener diversificado su patrimonio e inversiones.

Andrés Alessandri, socio de Mena Alessandri & Asociados/ 360ºmfo, sostiene que “se generó consciencia de la necesidad de diversificar el riesgo. Por lo tanto, no creo que en el corto y mediano plazo se vuelva a un escenario pre-2019 donde la gran mayoría de los recursos líquidos se invertían en Chile”, dice. En ese escenario, añade que “adicionalmente la oferta de custodios en el extranjero ha aumentado fuertemente en los últimos años, existiendo alternativas para todo tipo de inversionistas y no solamente para grandes patrimonios. Lo anterior se ve reflejado en que incluso muchas gestoras de inversiones locales, hoy en día ofrecen a sus clientes custodia en el extranjero”.

Por lo tanto, puntualiza que “más que hablar de una fuga de capitales, lo que existe hoy en día es una diversificación de carteras de inversión”.

Similar visión entrega Tomás Vio, senior manager, Consultoría y Asesoría Empresarial de PwC Chile, quien subraya que “existe siempre un objetivo de diversificación que hoy incluye el riesgo país como un elemento central, y el flujo de capitales responde a esos objetivos. Por otra parte, entre 2020 y 2022 hubo mayores niveles de salidas de capitales, lo que explica una menor base de comparación en 2022″.

Asimismo, prevé que “para este 2024, en la medida que se logren consensos en torno a las reformas estructurales, podríamos tener un flujo neto cercano a cero o positivo, en función del menor stock producto de años anteriores, pero también impulsado por el desarrollo de ciertas industrias como energía, recursos naturales, e hidrógeno verde, y el papel que pueda jugar el desarrollo de proyectos de infraestructura”.

El análisis económico lo entrega Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, quien argumenta que “lo observado en los primeros tres meses del año responde especialmente a los flujos de extranjeros. Las cifras de actividad han sido más altas de lo previsto en EEUU, lo que ha llevado a una inflación más persistente en esa economía. Como consecuencia, las tasas de interés globales han subido, incentivando la toma de posiciones en dólares de los actores del mercado más activos. Es decir, este movimiento ha sido más bien motivado por factores externos”.

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