El 1 de septiembre las isapres deberán ajustar todos los planes según la tabla única de factores, de acuerdo con lo que dictó el fallo de la Corte Suprema en noviembre de 2022. Ese mismo día, además, ajustarán todos los planes que tengan un valor por debajo de la cotización legal de salud, al 7% correspondiente. Por eso mismo, las aseguradoras privadas de salud están preparando su estrategia de pago y ajustes, para ver cuánto les permitirá el regulador subir los planes de salud a todos sus afiliados, lo cual no podrá sobrepasar el 10%.

De eso va a depender, han dicho las isapres, que acusan de estar en medio de una grave crisis, la sostenibilidad de la industria. Pero también dependerá de lo que ocurra a futuro, en lo relativo a cuántos afiliados y quiénes decidirán irse de las aseguradoras producto del incremento de precios, Así, si son mayoritariamente los afiliados jóvenes los que se fugan del sistema privado, las isapres podrían no lograr el equilibrio financiero al que aspiran.

Sin embargo, la salida de afiliados desde las isapres ya comenzó hace rato, y al menos hasta mayo de este año no se ha detenido, según lo revelan las cifras que publica la Superintendencia de Salud en su sitio web. De acuerdo a dichos antecedentes, en el quinto mes del año los beneficiarios de las isapres -la suma de cotizantes y cargas- totalizaron 2.634.821 personas, su menor nivel desde agosto de 2007, hace casi 17 años.

Esto, además, significa una baja mensual de 0,65%, o 17.246 afiliados menos, el mayor retroceso mensual en lo que va de 2024. Así, en los primeros cinco meses del año las isapres han perdido 80.925 afiliados, mientras que en doce meses acumulan una baja de 237.952 beneficiarios, un retroceso de 8,3%.

Esta fuga de beneficiarios se viene observando desde hace 52 meses, ya que a partir de febrero de 2020 solo se han registrado disminuciones interanuales de afiliados en las isapres, completando más de cuatro años con la misma tendencia. Asimismo, ya van 28 descensos mensuales ininterrumpidos, desde enero de 2022.

La isapre que en mayo registró la mayor baja mensual de afiliados fue Cruz Blanca, con 6.038 beneficiarios menos respecto del mes anterior, totalizando 440.345 afiliados a mayo. Por su parte, Colmena anotó una caída de 4.750 beneficiarios, hasta 620.746. Luego se posicionaron Banmédica y Consalud: la primera con un retroceso de 3.327 afiliados, a 620.398, y la segunda con una baja de 3.296 beneficiarios, a 499.858. En tanto, Nueva Masvida anotó 885 afiliados menos, y Vida Tres registró un descenso de 340 beneficiarios. En cambio, isapre Esencial incorporó 1.390 beneficiarios.

El gran descenso

Desde el año 2020 que las isapres no han parado de perder afiliados. Pero el año 2023 fue excepcional, marcando varios récord nunca antes vistos. Según las cifras que reporta la Superintendencia de Salud en su sitio web, al cierre del año pasado el sistema terminó con 360.876 beneficiarios menos, la mayor fuga de la que hay registro en el sitio web del regulador hace más de dos décadas (1996).

En 2023 también, salió más del doble de beneficiarios que en 2022. En esos dos años se fueron 534.251 afiliados del sistema de isapres abiertas. Y si se considera desde diciembre de 2019 hasta la fecha, teniendo en cuenta que desde ese entonces las aseguradoras privadas vienen perdiendo beneficiarios de manera consecutiva, se obtiene que han salido 710.691 personas del sistema.

Las isapres atribuyen mayoritariamente la fuga de afiliados a la deteriorada situación económica del país, y estiman que, tal como ha ocurrido en episodios similares previos, una vez que mejore la situación económica se revertirán estas cifras de desafiliación.

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