Han pasado más de seis años desde que se declaró la desaparición de Narumi Kurosaki, joven japonesa que habría sido asesinada por su expareja, el chileno Nicolás Zepeda, durante la madrugada del 5 de diciembre de 2016 en su habitación. Y pese a que la justicia francesa ya determinó -en primera instancia- que el connacional es el responsable del crimen, condenándolo en abril de 2022 a 28 años de cárcel, las últimas semanas apareció un testigo que dice tener información que implicará un giro en el caso, pues insiste en que la joven estudiante está viva.

Se trata del francés Said Neremi, quien dijo haber visto a la joven el 11 de diciembre de 2016, seis días después de su desaparición, en un restaurante de Besanzón, Francia. Según relató inicialmente en conversación con 24 Horas, ese día ella estaba junto a un soldado, lloraba y repetía que no se podía quedar en ese lugar.

El momento quedó grabado en la mente del sujeto de 45 años, al igual que la cara de la mujer, a quien incluso -como dijo- le ofreció ayuda sin éxito, como relató a La Tercera PM. “No la conocía de nada, pero ese día ella estaba llorando y le hablé. Soy fisonomista de profesión y nunca olvido las caras que me marcaron. Por lo mismo, cuando vi las noticias y noté que esa joven era reportada por la policía como desaparecida, llamé en reiteradas oportunidades para avisar que estaba viva, pero no me escucharon”, comentó.

En ese momento, recordó, la policía le dijo que la mujer con la que él había hablado era una chica taiwanesa que habían entrevistado, y que estaba equivocado. Sin embargo, Neremi también tomó contacto con dicha joven y rebate la versión de los oficiales.

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