La estimación fue hecha por el medio The Economist, usando diversos modelos estadísticos, bajo la idea de que las cifras oficiales podrían ser más altas. Esto se explicaría por distintas razones, entre ellas, que hubo quienes no se testearon antes de morir, y otros que -por no contagiarse- no fueron al hospital y se enfermaron de otras patalogías.

Original de Emol

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