A seis meses de las elecciones presidenciales en Argentina, el peronismo gobernante está sumido en la incertidumbre porque todavía no tiene un candidato firme que permita modificar el negativo escenario que le anticipan la mayoría de las encuestas.

La semana pasada, la renuncia del presidente Alberto Fernández a buscar la reelección modificó el tablero de las precandidaturas, en un oficialismo que avanza con niveles de voto que no superan el 30 % debido a una grave crisis económica que combina inflación, pobreza, endeudamiento y devaluación récord.

A ello se suma la pelea que mantienen el presidente y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo que terminó de fracturar la alianza peronista Frente de Todos que ganó las elecciones en 2019.

«El próximo 10 de diciembre de 2023 es el día exacto que cumplamos 40 años de democracia. Ese día entregaré la banda presidencial a quien haya sido elegido legítimamente en las urnas por el voto popular. Trabajaré fervientemente para que sea un compañero o una compañera de nuestro espacio político», dijo el mandatario en un video que emitió el viernes y que causó un revuelo político.

La expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya había renunciado a una posible postulación en diciembre pasado.

«No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora, mi nombre no va a estar en ninguna boleta», aseguró luego de que un caso de corrupción en su contra terminara con una condena que todavía no queda firme, ya que está siendo revisado por la Cámara de Casación y que, se prevé, llegará hasta la Corte Suprema de Justicia.

Con «los Fernández» –las dos figuras políticas más importantes del Gobierno– fuera de la contienda se dispararon los «destapes» de políticos peronistas que aspiran a encabezar la campaña del oficialismo.

Precandidatos

El ministro de Economía, Sergio Massa, encabeza la lista de posibles candidatos, ya que es el que, dentro del abanico peronista, es el más conocido y sigue obteniendo la mayor intención de voto.

Aunque Massa todavía no ha dicho abiertamente que quiere ser el elegido, cuando asumió el año pasado en este cargo se intensificó una campaña propagandística, que lo comenzó a posicionar como la principal figura del peronismo luego de Fernández y de Fernández de Kirchner.

El problema es que esa estrategia se desinfló en las últimas semanas, ya que en sus ocho meses como ministro Massa no ha logrado contener una inflación que registra un récord del 100 % anual.

Otra opción es Axel Kicillof, el gobernador de la provincia de Buenos Aires que podría dar el salto a la campaña presidencial pero que, hasta ahora, tampoco se ha pronunciado abiertamente.

A él se suma Eduardo de Pedro, el ministro del Interior que «suena» como uno de los nuevos liderazgos en el oficialismo, pero que no es reconocido a nivel nacional.

Quien sí ya lanzó su spot como precandidato es Daniel Scioli, el embajador de Argentina en Brasil que ya fue candidato del peronismo en 2015, cuando perdió en segunda vuelta frente a Mauricio Macri.

Del mismo modo, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, ya develó su interés en convertirse en candidato presidencial, al igual que Juan Grabois, un dirigente social afín a Fernández de Kirchner que en las últimas semanas ha elevado su perfil mediático.

A todos los candidatos les juega en contra el 70 % de valoración negativa que tiene el Gobierno.

Por el contrario, a su favor tienen la dura pelea que arrastran el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, precandidatos de Juntos por el Cambio, la alianza conservadora y principal opositora que tampoco logra consolidar una intención de voto mayor al 30 %.

Calendario

En la danza de nombres todavía reaparece Fernández de Kirchner, ya que, a pesar de que aseguró que no volvería a postularse, sus simpatizantes comenzaron un «operativo clamor» para que reconsidere su decisión y acepte ser nuevamente candidata.

Las definiciones apremian. De acuerdo con el cronograma electoral, el 24 de junio vence el plazo para el registro de los precandidatos que participarán en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se realizarán el 13 de agosto.

Estos comicios son una especie de ensayo, la encuesta definitiva rumbo a la elección presidencial del 22 de octubre, ya que, como debe votar toda la ciudadanía, refleja con fidelidad las simpatías partidarias.

Por eso, antes de las PASO, el peronismo deberá resolver si acude con un solo precandidato o si permite que haya una competencia interna, algo que no ha ocurrido en los últimas elecciones.

En 2007, por ejemplo, el entonces presidente Néstor Kirchner y Fernández de Kirchner acordaron que ella fuera la candidata a sucederlo. En 2011, la exsenadora buscó y logró la reelección, y en 2015 y en 2019 eligieron como candidatos a Scioli y a Fernández.

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