La Superintendencia de Salud informó que el tope máximo que podrán aplicar las isapres a sus planes de salud para el proceso de adecuación de 2023 es de 2,6%. Esto, cuando hoy se cumplen los 15 días de plazo que tenían las aseguradoras para informar a la autoridad el porcentaje de alza a aplicar.

De todas formas, todas las isapres habían informado aquello antes, por lo que ayer la superintendencia afinaba los últimos detalles de la verificación que debe realizar para aprobar o no el incremento informado por las empresas.

«Hemos concluido este proceso de verificación de los antecedentes entregados por cada una de las isapres para justificar la adecuación del precio base 2023. Algunas verificaciones fueron superiores al tope máxima de 2,6% que calculamos en el Icsa, por lo que estas deberán ajustar y bajar el porcentaje de alza a dicho indicador», señaló el superintendente de Salud, Víctor Torres.

Los resultados de la verificación arrojaron que la variación de costos interanual estuvo entre porcentajes de 2,9% y 11,8%. No obstante, las isapres que obtuvieron verificaciones por sobre el indicador solo podrán aumentar hasta 2,6% el precio base de los planes de salud, que es el tope máximo del alza establecido.

Así, cinco de las siete aseguradoras abiertas aplicarán el alza máxima de 2,6%: Colmena, Cruz Blanca, Vida Tres, Nueva Más Vida y Banmédica. Mientras que Consalud informó que no realizará ajuste este año y Esencial, al tener menos de un año de antigüedad, no puede aplicar alzas.

Si bien las cinco isapres que concretarán subidas lo harán de acuerdo al tope, en casi todos los casos los costos estuvieron por encima del máximo. En el caso de Colmena, se calculó 2,9%; para Banmédica fue de 5,8%; en Vida Tres 8,1%; y Cruz Blanca 11,8%. Solo Nueva Mas Vida tuvo un incremento verificado por la autoridad igual al tope.

«Hay que destacar este año, gracias a la aplicación íntegra de la ley 21.350, que regula el alza de los precios base de las isapres, ellas solo podrán aplicar hasta un alza de 2,6%», subrayó Torres.

Ahora las aseguradoras tienen hasta el 31 de marzo para comunicar la adecuación a sus cotizantes, mediante correo electrónico o por carta certificada. De no hacerlo, el incremento no podrá aplicarse.

Este proceso, que se efectúa de manera íntegra por primera vez este año, busca terminar con la judicialización de alza de precio base. Aun así, si el afiliado no está de acuerdo con la adecuación de su plan, puede recurrir a su isapre, la cual está obligada a ofrecerle otros planes que se ajusten a su cotización pactada o a la cotización legal.

Para ello, los afiliados tienen hasta el 31 de mayo para pronunciarse, ya sea aceptando el alza, alguno de los planes alternativos ofrecidos o desahuciando el contrato de salud.

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