Algunos más evidentes, otros más subrepticios, todos tienen el potencial de cambiar el escenario global. La revista Time destacó los 10 mayores riesgos mundiales que preocupan -o deberían preocupar- a los líderes internacionales y al resto de la población.
En primer lugar, sin mayor sorpresa, se ubica el gigante euroasiático gobernado por Vladimir Putin. “La Rusia rebelde”, apunta Ian Bremmer, editor general de la revista y autor del ranking, que advierte que una Rusia acorralada pasaría a ser “el Estado delincuente más peligroso del mundo”, enfrentada a una presión interna para mostrarse fuerte pese a estar empantanada en la invasión a Ucrania.
También apunta el poder de los hackers para realizar ciberataques sofisticados y la red para injerir en elecciones occidentales. “En resumen, la Rusia canalla es una amenaza para la seguridad mundial, los sistemas políticos occidentales, la ciberesfera y la seguridad alimentaria. Por no hablar de todos los civiles ucranianos”, advirtió.
En segundo lugar ubicó Xi Jinping, jefe del régimen chino, quien ahora cuenta con poderes casi totales para impulsar su agenda, sin voces discrepantes. “Su capacidad para cometer grandes errores a largo plazo tampoco tiene rival”, acotó Time.
Bajo este escenario, ve riesgos en tres áreas con respecto a “Xi Máximo”: la propagación del COVID como consecuencia de la toma de decisiones centralizada sobre la salud; volatilidad política e incertidumbre por el impuso de Xi hacia el control estatal de la economía china; y cada vez más resistencia de Occidente y los vecinos de China frente a las posturas nacionalistas de Xi y una política exterior asertiva.
Las armas de disrupción masiva figuran en el tercer lugar, al considerar que el potencial de la inteligencia artificial (IA) será un punto de inflexión, con avances en deepfakes, reconocimiento facial y software de síntesis de voz que borrarán el control sobre la propia imagen, facilitando la manipulación de las personas. “Estas herramientas ayudarán a los autócratas a socavar la democracia en el extranjero y a reprimir la disidencia en casa, y permitirán a los demagogos y populistas dentro de las democracias utilizar la IA como arma para obtener estrechos beneficios políticos a expensas de la democracia y la sociedad civil”, consideró.
Como cuarto ítem ubicó a la inflación y sus ondas expansivas, por sus “poderosos efectos económicos y políticos”. Según apuntó, será el motor de una recesión mundial y producirá efectos perturbadores en la política de todas las regiones del mundo.
El régimen de Irán figura en el quinto lugar, acorralado con las protestas antigubernamentales. Bremmer, presidente de la consultora de riesgos Eurasia Group, destacó que Teherán intensificó su programa nuclear “de forma espectacular” y está suministrando armas letales al ejército ruso. “Este año habrá nuevos enfrentamientos entre Occidente y la República Islámica, que sufre convulsiones en su propio país y arremete contra el exterior”, vaticinó.
El sexto punto detalla la crisis energética, que sufrirá “condiciones mucho más tensas” por una combinación de factores geopolíticos, económicos y de producción, especialmente en el segundo semestre. Los mayores costos serán asumidos por los hogares.
La detención del desarrollo mundial es el séptimo riesgo global. Luego de décadas de avances, el progreso se frenó por la conjunción de la pandemia, la invasión rusa y el repunte de la inflación. “En 2023, miles de millones de personas serán más vulnerables a medida que se pierdan logros económicos, políticos y de seguridad. La clase media mundial se reducirá y se producirá una mayor inestabilidad política, dentro de los países y entre ellos”, advirtió.
“Estados Unidos divididos” es el octavo punto. Si bien reconoció que las elecciones de 2022 se desarrollaron sin las tensiones posteriores a la derrota de Trump, y la mayoría de los candidatos negacionistas perdieron sus contiendas, Time advirtió que “Estados Unidos sigue siendo una de las democracias industriales avanzadas más polarizadas y disfuncionales del mundo de cara a 2023″, con extremas divergencias políticas que harán más difícil que las empresas estadounidenses y extranjeras traten a EEUU como un mercado único coherente. “Y el riesgo de violencia política sigue siendo alto”, añadió.
El poder de las redes sociales, en especial TikTok, aparece en el noveno lugar. La popular app con matriz en China crece rápidamente entre los adolescentes y jóvenes adultos que son “un nuevo actor político y geopolítico”. Así, consideró “la Generación Z tiene tanto la capacidad como la motivación de organizarse en línea para remodelar las políticas públicas y empresariales, complicando la vida a las empresas de todo el mundo y alterando la política con sólo pulsar un botón”.
El estrés hídrico cierra el top 10, señalando que “se convertirá en un reto global y sistémico, mientras que los gobiernos seguirán tratándolo como una crisis temporal”. Según urgió, el tema requiere una transición de la crisis del agua a la gestión del riesgo hídrico, pero consideró que ese cambio no se realizará en 2023, lo que deja el desafío en manos de los inversores, las aseguradoras y las empresas privadas.
Como anotaciones finales, Bremmer anotó que EEUU y Europa mantendrán su apoyo a Ucrania este año, que la UE permanecerá “notablemente unida” en los principales retos, que no habrá una crisis de seguridad en torno a Taiwán (llámese una invasión China) y que los desafíos internos de EEUU y China mantendrán a raya las tensiones entre ambas potencias mundiales.
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