La Cámara de Diputadas y Diputados despachó el proyecto de reforma constitucional que habilita el nuevo proceso constituyente, con la votación en general primero por 109 votos a favor, 37 en contra y 2 abstenciones, y votaciones en particular que bordearon los 110 votos a favor.

Con esto, la moción queda lista para ser promulgada y publicada como ley, momento en el que empezarán a correr los plazos establecidos para la organización de los comicios que vienen.

Producto de las altas exigencias de firmas para reponer indicaciones, no se votó ninguna modificación al texto que se aprobó en el Senado, pero sí se hicieron una serie de votaciones separadas solicitadas por el Partido Republicano, que de todas formas tuvieron el quórum requerido para su aprobación.

El debate de la propuesta duró cerca de 4 horas y estuvo marcado por las aprensiones de varios parlamentarios oficialistas, no solamente de los republicanos, sobre los puntos que se podrían mejorar o que no quedaron bien en la propuesta, como lo relativo a los mecanismos de participación.

En esa línea, varios independientes de izquierda rechazaron, por ejemplo los diputados Mónica Arce, Jaime Araya, Marta González, Camila Musante y Pamela Jiles, que se sumaron a la negativa de los parlamentarios del Partido Republicano, PDG y algunos RN. En tanto, se abstuvieron Marlene Pérez (Ind. UDI) y Sebastián Videla (PL).

El diseño del proceso

El proceso implica la existencia de un Consejo Constitucional, conformado por 50 personas que serán electas el 7 de mayo próximo. Este ente estará encargado de la redacción de una propuesta constitucional, para lo que tendrá 5 meses en total, iniciando el 7 de junio.

Antes de eso, una Comisión Experta conformada por 24 personas designadas por la Cámara y el Senado, empezará a funcionar el 6 de marzo para elaborar un anteproyecto que servirá de base para el Consejo Constitucional.

En paralelo y desde el mismo día funcionará un Comité Técnico de Admisibilidad, con 14 integrantes designados por el Congreso, que velará por el cumplimiento de 12 bases institucionales que van desde que Chile es una República hasta que se deberá respetar la autonomía del Banco Central.

Todos estos organismos serán paritarios, pero a diferencia del proceso constituyente previo, la participación de los pueblos indígenas estará limitada al Consejo Constitucional y solo si sus candidatos logran una votación equivalente al 1,5% de la votación del padrón nacional.

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