La inflación comenzará a reducirse gradualmente durante los próximos meses. Esa es la expectativa que tiene el mercado y por cierto el Banco Central. De hecho, en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, afirmó que en el escenario central se proyecta que la inflación total seguirá reduciéndose en los próximos trimestres, y convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024″. Para este año, su proyección es de 3,6%, mientras que el mercado prevé un cierre entre 4% y 5%.
Esta trayectoria a la baja comenzaría con el pie derecho en el primer mes de 2023. Sí, porque pese a que los gastos en transporte o alojamiento fuera del hogar podrían generar algún grado de presiones extras por ser época estival, los economistas tienen en su escenario base un rango de proyección entre 0,2% y 0,8%, centrado en 0,5%. De concretarse, sería el segundo mes consecutivo con una inflación bajo 1%, además, los precios en su medición anual fluctuarían entre 11,7% y 12,3%.
En la parte más baja de las expectativas se ubica el economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores, quien prevé una variación de 0,2%, mientras que en doce meses bajaría a 11,7%. “Frutas y verduras frescas junto con combustibles presionarán la baja, mientras que servicios, como turismo, seguirán con precios altos”, afirma Flores.
Juan San Martín, economista de Bci, espera un alza de 0,5% con una variación anual de 12% anual. “Los principales aumentos serán en alimentos como: arroz, harina, pan, pastas, leche y bebidas, vivienda y servicios básicos como: gasto común y electricidad. Por su parte, las principales bajas serían lideradas por gasolinas, recreación y cultura y verduras de estación”, comenta en su análisis el economista.
Misma proyección tiene la economista de Euroamerica, Martina Ogaz, quien espera para enero una variación mensual de IPC de 0,5%, mientras que en su medición en doce meses estimamos una inflación en 12%. Para la economista, los productos que estarán al alza son “alimentos, aunque compensado en parte por descensos en frutas y verduras de estación”. Además, añade que la “electricidad, gas por red y peajes por reajustes que se registraran este mes; y gasto común. En cuanto a las bajas, proyectamos descenso en transporte aéreo y paquete turístico, sumado a combustibles”, puntualiza.
En Santander prevén que el IPC del primer mes del año será de 0,6% y 12,1% año contra año. “Vemos alzas importantes en alimentos, en tanto que los combustibles seguirán incidiendo a la baja”, mencionan en la entidad bancaria.
Ya en la parte alta de las expectativas se sitúa Carolina Molinare, economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), quien prevé un IPC de entre 0,6% a 0,8%, así en su medición en 12 meses podría alcanzar entre 12,1% y 12,3%.
Los expertos esperan que la inflación llegue a un dígito entre abril y mayo. Un factor que está jugando a favor es la disminución que está teniendo el dólar desde sus máximos. Si bien este lunes, la divisa cerró al alza llegando $824, desde sus máximos anota una caída de 21% y de 3,1% en lo que va del año.
La divisa es determinante para la inflación en Chile. Esto porque de los 303 productos que integran la canasta de IPC, 223 son transables y, por ende, son susceptibles de ser comercializados internacionalmente. Por ejemplo, todos los bienes no perecibles entran en esta categoría. Corresponden al 54,14% de la canasta IPC. Mientras que los productos no transables, que son los que tienen origen interno y no son posibles de ser comercializados internacionalmente, son 80 y representan el 45,86% de la canasta de IPC.
La tasa de interés se mantendría en enero
El próximo 26 de enero el Banco Central comunicará su decisión de política monetaria. Para esa ocasión, las expectativas apuntan a una mantención en 11,25%, no obstante, el análisis se centrará en cuál será el mensaje que enviará el ente rector.
Para Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital, el BC “mantendrá un mensaje de cautela a la espera de más confirmación que la trayectoria decreciente de la inflación”. El economista sigue esperando que “la primera baja de la Tasa de Política Monetaria se produzca en abril con una reducción de más 100 puntos base.
Ogaz, en tanto, argumenta que espera el mensaje se “mantenga data dependiente ante una próxima reunión que ocurrirá a fines de marzo, con lo cual se podrá tener un escenario central con mayores cifras que reafirmen el escenario de una inflación que se aleja de los máximos”. La economista subraya que “el descenso de la paridad (dólar) local podría ayudar a acelerar el proceso de convergencia, por lo que en marzo podría realizar el primer recorte de la tasa de interés”.
En Santander, sostiene que “en su próxima de enero el BC mantendrá la TPM, pero podrían comenzar a dar algunas señales respecto de las condiciones para recortar la tasa en abril”
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