Una volátil trayectoria ha registrado el dólar en lo que va de 2023, pasando de importantes retrocesos a potentes alzas en cuestión de días, lo que ha provocado que su precio haya vuelto a concentrar las miradas de agentes económicos.

Desde principios de enero, el billete verde ha caído más de $50, y pese a que se mantiene en torno a los $800, sus movimientos han sido determinados por factores externos claves, como las decisiones de tasas de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y las variaciones del cobre, a los que se suman el impacto que generan cifras económicas mejores a las esperadas en Chile.

Ricardo Bustamante, jefe de estudios trading de Capitaria, explicó que «la elevada volatilidad del dólar se ha generado por diversos fundamentos externos e internos que han impactado al tipo de cambio».

En el plano externo, dijo que «la presión bajista se dio por expectativas inflacionarias que han sido modificadas a la baja en Estados Unidos, además de un repunte importante del cobre después de la reapertura de China», mientras que en el aspecto local subrayó que «la mayor subasta de dólares anunciada por Hacienda y datos de actividad económica que superaron las proyecciones apoyaría la tendencia bajista del billete verde en nuestro país».

De todas maneras, el analista de Capitaria reparó en que «al ya encontrarse internalizados estos temas, se ha visto un giro en la última tendencia, mostrando avances que vuelven a llevar al dólar sobre los $800, donde las preocupaciones con respecto a la economía local y la incertidumbre política que debería generarse este año, nuevamente son foco de atención, además de un repunte del billete verde a nivel mundial».

Por su parte, Osvaldo Videla, analista senior de mercados de XTB Latam, aseguró que «la volatilidad del tipo de cambio ha sido por causas principalmente externas. El precio del cobre ha retrocedido cerca de un 7% desde los máximos alcanzados la semana pasada principalmente por los datos de aumento de reservas de inventarios de cobre en China que han aumentado más de un 60%, desde el 20 de enero».

«El dólar index por otra parte venía trayendo una notoria tendencia bajista, pero el día viernes tras publicar sus nóminas de empleo, se estima que la Fed tiene menos terreno por parte de los empleos para hacer frente a la inflación y se retoman las subidas de tipos por sobre 25 puntos base», acotó.

El analista senior de Libertex, Ángel Rubilar, sostuvo que, en ese contexto, «es probable ver altas variaciones en la cotización del dólar, ya que un inicio de año con una fortaleza de nuestro peso frente al dólar y un buen momento del cobre, nos dio el impulso necesario para bajar el nivel de los 800. La a venta de dólares por parte del Ministerio de Hacienda también tuvo efecto en la cotización, aun cuando la medida no apuntaba a la estabilidad de la moneda, sino que respondió a un procedimiento fiscal programado y rutinario, por lo que continuamos a merced de la volatilidad de países como China y EE.UU., que han tenido sus propios altibajos».

Asimismo, indicó que «sin un rumbo claro en la recesión y recuperación de nuestra economía, la estabilidad no será la tónica, incluso de continuar este vaivén, podría ponerse en la mesa una nueva intervención del Banco Central nacional».

Proyecciones

A juicio de Bustamante, «las proyecciones dependen de la evolución en la política monetaria en Estados Unidos, ya que si vemos una Reserva Federal que dé señales de comenzar pronto un proceso de disminución de tasas, sería una presión bajista fuerte para el dólar en el mundo».

Eso sí, apuntó que «con los fundamentos actuales se mantiene un soporte clave en torno a una zona amplia de $750 y $775 para el billete verde, mientras que en la parte alta tiene niveles técnicos interesantes cerca de los $880-$900, rangos que podrían servir de referencia, pero siempre considerando que cualquier cambio importante en los fundamentos podría apoyar movimientos más agresivos».

Rubilar manifestó que «para poder ver precios menores a $800 consolidados, y con miras a buscar los $750 nuevamente, es clave que la demanda de cobre por parte de China sea de alza constante y que sus políticas monetarias fomenten las industrias y la construcción, para que, de esa manera, el cobre sirva de soporte para esta baja, sumado a que el dólar no debería verse comprometido al alza con la decisión de la Fed en cuanto alza de tasas. Mientras veamos que no hay cambios a lo proyectado y el fantasma de la recesión se aleje, es más probable ver estos niveles de precio. Mientras que en el plano interno, cualquier recuperación y baja constante de IPC nos va a favorecer en este escenario».

En el caso contrario, comentó que «veremos niveles mayores a $850 buscando los $900, e incluso más, ya que una caída en recesión en el país norteamericano no sería favorable, lo mismo si China tiene que generar un retroceso debido a los casos de covid, ya que una contracción en la demanda de materias primas, afectaría directamente a la cotización del cobre a la baja, quitándole soporte a nuestro peso, donde nos veríamos devaluados a nivel internacional».

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